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La ONG Aldeas Infantiles ha repartido hoy 1.500 kilos de roscón de Reyes en la Puerta del Sol de Madrid para reivindicar "el derecho de todos los niños a disfrutar de momentos felices en familia", un acto solidario que lleva celebrando desde hace 25 años.

Con este gran dulce navideño lo que la organización quiere es sensibilizar a la sociedad española de que "hay muchos niños que desgraciadamente no pueden vivir con sus padres, hermanos o abuelos", ha contado a Efe su presidente, Pedro Puig.

"Los niños son los sufridores silenciosos de cualquier crisis", ha asegurado Puig, y por eso, su organización procura con actos como este alertar de la necesidad de procurar a todos estos niños "un entorno familiar seguro".

En total unas 10.000 raciones han sido repartidas, según ha estimado la organización, junto con un vaso de chocolate caliente que ha templado a los cientos de personas congregadas en la céntrica plaza madrileña en la fría mañana de hoy.

Más de 1.200 kilos de harina, 3.700 huevos, 200 kilos de mantequilla, cien de levadura y 60 kilos de fruta escarchada son algunos de los ingredientes del inmenso roscón, que desde hace 25 años viene donando de forma altruista la pastelería Vircar.

AMBIENTE FESTIVO

El reparto ha sido celebrado en un ambiente festivo, amenizado por varios espectáculos musicales y de danza, un concierto en tributo a la banda de rock Queen, así como varios magos de la Escuela de Magia de Ana Tamariz que han sorprendido al público con sus trucos.

Mientras tanto, varias decenas de voluntarios de Aldeas Infantiles han pedido donativos entre los asistentes para poder continuar con su labor de "fortalecer a las familias vulnerables" y "proteger a los niños que se han visto privados del cuidado parental".

En el acto también han participado varios pequeños actores y cantantes, como Celine Peña (Cuéntame) o Dani Avilés (Vive cantando), que han leído una carta en la que confiaban en sus majestades de Oriente para "devolver la alegría las familias que estén tristes".

A Melchor, Gaspar y Baltasar les han pedido "una casa para vivir, libros para estudiar, ropa para ir al colegio, buenos alimentos con los que crecer sanos y juguetes para divertirse" para todos los niños que viven en situaciones difíciles.

Puig por su parte ha pedido a los Reyes Magos lo que considera "el mejor regalo para todos los niños del mundo": "que la vida les regale poder vivir con sus familias, y para aquellos que lamentablemente no puedan hacerlo, que puedan vivir en un entorno lo más parecido posible".