Los ladrones han visto un objetivo claro en los puntos limpios donde los madrileños, cada vez más, tiramos aquellas cosas que ya no usamos. Madrid y Andalucia están a la cabeza en este tipo de robos que han aumentado con la crisis. Objetos deseados: el hierro, el aluminio o el cobre, que se vende a casi cinco euros el kilo en el mercado negro, y que hace que uno de los objetivos de estos cacos sean los contenedores de electrodomésticos. Y les gusta porque luego esos metales los revenden: a cinco euros el kilo.
Pero no son los únicos objetos deseados. También los cacos se centran en los contenedores de ropa.
El Ayuntamiento reconoce el problema: han puesto cámaras para mejorar la vigilancia y hay más policía. Para evitar peligros mediambientes, los grandes electrodomesticos como estos se guardan aparte. El motivo es que los electrónicos contienen metales y componentes de valor que se pueden reciclar y reutilizar, pero también sustancias muy tóxicas para el entorno, como los gases fluorados de las neveras, amianto, mercurio, plomo o pilas, sustancias peligrosas que son liberadas en el medio.