El proyecto Madrid Río permite triplicar el espacio del parque de la Arganzuela, a punto de concluir

El proyecto Madrid Río de urbanización de los terrenos liberados con el soterramiento de la M-30 ha permitido triplicar el espacio del parque de la Arganzuela, que ha pasado de 84.000 a 232.700 metros cuadrados y cuyas obras de construcción están a punto de abrir al público.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha visitado este viernes la zona, cuyo protagonista es el agua gracias a las diez fuentes ornamentales y las tres láminas de la llamada playa, que suman 11.930 metros cuadrados en este ámbito incluyendo las zonas estanciales con 300 árboles y el área de hamacas.

"La playa, el oscuro objeto del deseo de los madrileños, que es la principal carencia de la ciudad. Es un espacio singular que merece ese extraño nombre aunque sólo sea por la evocación de un lenguaje muy parecido al que se disfruta a la orilla del mar", se ha referido el primer edil.

Todas las fuentes son de agua regenerada y a su alrededor se han construido espacios para sentarse y se han plantado diferentes especies arbóreas hasta sumar más de 10.000 ejemplares, 122.000 arbustos y 45.000 metros cuadrados de pradera de baja demanda hídrica.

Además, también se ha hecho la zona más accesible gracias a la construcción o rehabilitación de diez pasos sobre el río, y a los cinco kilómetros de paseos y senderos adaptados a todos los ciudadanos que se han construido en esta zona.

El nuevo parque de la Arganzuela cuenta además con cinco áreas de juegos infantiles incluyendo el área de toboganes, con ocho rampas de diferentes tamaños --abiertas y cerradas, rectas y curvilíneas, e incluso adaptadas para minusválidos--; así como con una supertirolina de 50 metros, levantada tras el gran éxito que ha tenido la otra tirolina, de 30 metros de longitud, ubicada en el Salón de Pinos.

Asimismo, se ha construido una instalación para patinaje y skate y un campo de fútbol 7 y 11, que se complementan con las cercanas pistas de pádel y tenis del entorno del Puente de Praga.

En el mismo ámbito se ha construido el Centro de Interpretación de la Naturaleza e Historia del Río Manzanares, que estará funcionando a finales de verano, así como una explanada de 4.300 metros cuadrados para la celebración de actos culturales, con capacidad para entre 18.000 y 20.000 personas.

PEATON CORONADO

El primer edil ha destacado que este proyecto supone "destronar al vehículo privado y coronar al peatón" y ha asegurado que con él "no sólo ha cambiado la realidad física de Madrid, sino todas las acciones que se hagan en el futuro".

"Este esfuerzo de transformación merecía la pena. Muchos no quisieron que llegara este día, trataron de impedir que los coches pasaran por abajo y muchos han intentado hasta el último día que volvieran a circular por arriba", ha reprochado el primer edil, felicitando a renglón seguido a la delegada de Urbanismo, Pilar Martínez, y su equipo el trabajo realizado para conseguir este "sueño inalcanzable y utópico".

Además, ha pronosticado que "después de Madrid Río nada volverá a ser lo mismo en Madrid". "Hemos hecho algo mucho más importante que haber cambiado Madrid físicamente, y es que este cambio ha llegado para quedarse para siempre", ha zanjado, señalando que todo el ámbito abrirá al público el próximo 15 de abril.

Durante toda la visita un grupo de bomberos ha perseguido al primer edil desde la distancia, gritándole cada vez que la comitiva se aproximaba al puente o al parapeto donde se hallaran y reclamándole negociar el nuevo convenio y las condiciones laborales de estos trabajadores.