Un juzgado madrileño ha prohibido por primera vez entrar al Metro de Madrid a un conocido grafitero de 21 años, Carlos S.DLG., al que se le atribuye un delito de desórdenes públicos y otros cuatro de daños y destrozos en los vagones e instalaciones del suburbano por un valor de 24.790 euros.
Según fuentes policiales, esta es la primera vez que un juzgado impone a un grafitero esta medida cautelar, que se dictó por primera vez en febrero de 2013 para impedir el acceso al suburbano del conocido "clan de las bosnias" y que, posteriormente, se ha aplicado a otras bandas de carteristas, pero nunca a grafiteros.
A este joven, que operaba en varias líneas de Metro de Madrid y de Metro sur, especialmente en Alcorcón, se le acusa de un delito de desordenes públicos y cuatro de daños y destrozos en los vagones e instalaciones de Metro por un valor de 24.790 euros.
La decisión que ha dictado el Juzgado de Instrucción número 24 contra el grafitero puede recurrise, como en su día hicieron las integrantes del denominado "clan de las bosnias", que consiguieron que la Audiencia de Madrid revocara la prohibición que había dictado tres meses antes otro juzgado de instrucción.
En los últimos meses, esta medida también se ha aplicado a un hombre y a una mujer de nacionalidad rumana, así como a uno de los carteristas más activos de la capital, Sadek S,. de 47 años y nacionalidad iraquí, que cuenta con 73 antecedentes policiales.
Recientemente, según fuentes policiales, un juzgado madrileño ha impuesto esta misma medida cautelar a cinco integrantes de otra banda de carteristas, que acumula más de 100 detenciones por delitos patrimoniales.
Para cometer los ilícitos y evitar ser detenidas esta red usaban diversas tácticas, como cambiar constantemente de área de actuación, de franja horaria y modificar su indumentaria para despistar a los agentes policiales.