El policía nacional que relevó al agente municipal que hacía maniobras de reanimación cardiopulmonar a Rocío Oña, una de las víctimas de la tragedia del Madrid Arena, ha dicho en el juicio que llamó a una compañera para pedir refuerzos: "Esto es más grave de lo que parece, se les ha ido de las manos". El agente ha declarado como testigo en una nueva sesión de la vista oral que se celebra estos días en la Audiencia Provincial de Madrid, aunque ha precisado que no acudió como policía aquella noche sino a título personal.