Una 'performance' del Centro de Arte 2 de Mayo en la que un hombre llevaba atada a una mujer arrodillada a cuatro patadas terminó hace unos días con presencia policial después de que varios vecinos, ajenos a la situación, decidiesen llamar a la Policía.
Eran las 12.30 horas cuando los viandantes de la céntrica avenida Constitución, en las cercanías del museo, pudieron ver cómo un hombre llevaba atada a la mujer que caminaba de esta manera por la zona ante su perpleja mirada.
"Se formó mucha aglomeración de gente porque había una señora, hablando claramente, a cuatro patas, de rodillas y con las manos en el suelo", ha explicado a Europa Press uno de los testigos presenciales. "La llevaba como a un perro", ha añadido.
Según ha explicado también el periódico 'Móstoles al Día', los comerciantes y vecinos increparon a los artistas y acabaron llamando por teléfono a los agentes, que pidieron explicaciones a los organizadores del evento.
"A mí lo que me impresionó es que ella no levantó la cabeza para nada. Vino la Policía y ella ni se inmutó. Siguió exactamente igual", ha explicado el testigo, que ha corroborado que los agentes nacionales y locales se presentaron en la zona después de la polémica generada por el espectáculo en toda la zona.
Según la Comunidad de Madrid, responsable del museo mostoleño, la Policía comprobó el concepto de la 'performance' y posteriormente se marchó.
'PICNIC SESSIONS'
Según han explicado a Europa Press fuentes del museo, la actuación estaba incluida en las denominadas 'Picnic Sessions' de este museo dependiente de la Comunidad de Madrid.
Se trata de un proyecto de Claudia Claremi y Christian Fernández Mirón que proponía la "reinterpretación de obras emblemáticas en la historia del arte brindando una experiencia presencial tanto al público como a los artistas mediante un conjunto de 'performances' y acciones tanto en el espacio público de Móstoles" como en el propio museo.
Así, en esta actividad, se reinterpreta cómo Valiese Export "sacó a su novio de paseo por las calles de Viena como si de un perro se tratase". Esta 'performance' invierte "los roles de género, siendo la mujer quien camina a cuatro patas y el hombre quien agarra la correa".
Otra de las actividades reinterpretó 'Imponderabilia de Marina Abramovic', de 1977 cuando Marina Abramovic y Ulay permanecieron de pie, desnudos y estoicos en un umbral obligando a quien quisiera pasar a hacerlo de lado y frotándose contra sus cuerpos, teniendo que dar la espalda a uno y la cara al otro, actividad que reinterpretó Elana Katz a las puertas del museo.
Así, en este caso, en la representación que se hizo en Móstoles, todo el que quisiera entrar por la puerta interior del museo tenía que pasar junto a esta mujer haciendo una de las tres cosas que proponía: golpearle en el hombro, rozarle con el bolso o pisarle los dedos de los pies.
Fuentes del museo han hecho hincapié en que estas dos 'performance' vienen siendo realizadas en distintas partes del mundo desde hace varias décadas. Además, han indicado que el objetivo es la "concienciación" en relación a la discriminación de la mujer y la violencia de género.