Entre el 30 y el 40 por ciento de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) desconoce que padecerla, a pesar de que es la cuarta causa de muerte a nivel mundial y se espera que en unos años represente la tercera, según ha informado a Europa Press el neumólogo y miembro del Area de EPOC de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Eduardo Márquez.
Se trata de una patología respiratoria que se caracteriza por una limitación crónica del flujo aéreo producida por el humo del tabaco, que presenta una serie de cambios patológicos en el pulmón y que se asocia con la aparición de otras enfermedades como, por ejemplo, las patologías cardiovasculares, cáncer de pulmón u osteoporosis.
"En España es una enfermedad de fumadores ya que cuatro de cada diez la desarrollan. Asimismo, y aunque tradicionalmente ha afectado a más hombres que a mujeres, con la incorporación de ellas al hábito tabáquico estamos viendo un aumento de casos de EPOC entre la población femenina", ha argumentado el doctor con motivo de la celebración, el próximo miércoles 16 de noviembre, del Día Mundial de la enfermedad.
Sin embargo, y pese a esta elevada prevalencia y mortalidad, casi la mitad de los pacientes desconoce padecerla debido, entre otros motivos, a que hay una "falta de conocimiento" sobre qué es la enfermedad, puesto que sólo un 17 por ciento de los españoles la identifica, y, además, falta formación entre los profesionales sanitarios para diagnosticarla.
En este sentido, el doctor Márquez ha avisado de que en España no se están haciendo suficientes espirometrías, la principal prueba diagnóstica para detectar la EPOC, y las que se están realizando no se hacen con la "calidad suficiente". "Para diagnosticar la patología se necesita hacer una espirometría, una prueba fácil pero que requiere de un aparataje y de saberla interpretar, lo que no siempre se consigue", ha apostillado.
Por ello, el experto de SEPAR ha subrayado la importancia de mejorar la formación entre los médicos de Atención Primaria, así como de desarrollar nuevos métodos de detección de la EPOC "más fáciles" de usar para estos profesionales e, incluso, para los farmacéuticos.
SINTOMAS Y TRATAMIENTO DE LA EPOC
Los principales síntomas de la EPOC son la tos, que puede ser variable e intermitente; expectoración, suele ser mucoide; y disnea, complicación que más condiciona la calidad de vida de los pacientes. "Los pacientes suelen ver limitadas sus actividades diarias porque se reduce de forma importante su capacidad de esfuerzo. Además, la enfermedad cursa con agudizaciones, lo que empeora también la calidad de vida", ha subrayado Márquez.
Ante esto, la principal medida para disminuir los síntomas es el abandono del tabaco. Y es que, según ha asegurado el doctor, se ha demostrado que cuando los pacientes con EPOC dejan de fumar aumentan su esperanza de vida, normalizan su presión arterial y mejoran la capacidad pulmonar y circulación sanguínea.
Ahora bien, aunque el estado del paciente mejora una vez apaga el cigarro, es necesario que siga un tratamiento, el cual está basado en las condiciones de salud en el que se encuentre. Por ejemplo, si el enfermo padece disnea se le suele administrar broncodilatadores, pero si tiene agudizaciones o bronquitis la terapia suele consistir en antiinflamatorios y corticoides inhalados.
"Hemos visto que no todos los pacientes se comportan igual y que, por tanto, no podemos tratar a todos de la misma forma. Hay diferentes grupos de pacientes y en base a sus características hay unos tratamientos u otros", ha recalcado el doctor.
Finalmente, Márquez ha informado de que están apareciendo trabajos de biología molecular y anticuerpos monoclonales que podrían servir para personalizar los tratamientos. "Estamos intentando que los trajes que fabricamos para los diferentes tipos, se puedan apuntalar para cada paciente", ha zanjado.