Dos agentes de la Policía Nacional han confirmado en el juicio por la tragedia en el Madrid Arena en la Audiencia Provincial que se ofertaron más de 22.000 entradas de la fiesta Thriller Music Park el 1 de noviembre de 2012 en la que murieron cinco chicas. Los agentes, que han declarado en una nueva sesión de la vista oral en calidad de peritos, fueron los que analizaron los discos duros de los ordenadores de la promotora de la fiesta, Diviertt.
En un primer informe pericial, elevaron a 22.843 entradas vendidas por el promotor del evento, Miguel Ángel Flores, pero en las últimas semanas han hecho una aclaración al sostener que los localizadores encontrados no tienen por qué corresponderse a las entradas vendidas, sino que simplemente servían para entrar al pabellón.
"Son localizadores válidos para acceder al recinto, desconocemos si son vendidas, regaladas o lo que sea", han detallado. Sin embargo, fuentes jurídicas han explicado a Efe que los más de 22.000 localizadores estaban grabados en los discos duros el día 1 de noviembre y que, si no se hubiesen vendido, podrían haber quedado invalidados.
En cualquier caso, esta cifra duplica el aforo del pabellón Madrid Arena, que puede congregar a un máximo de 10.620 personas. De hecho, el fiscal considera en su escrito de calificaciones provisionales que se sobrepasó el aforo en más del doble de asistentes, ya que, según él, accedieron al recinto "un mínimo de 22.800 personas".
Además, según los peritos, se encontraron localizadores correspondientes a varias entradas, lo que confirma que algunas de ellas eran grupales y corrobora el relato aportado por algunos asistentes a la fiesta que aseguraron durante su declaración que entraron al recinto con una entrada global de hasta ocho personas.
Durante su declaración como acusado, Flores afirmó que había encargado 17.500 entradas para el evento y reconoció que se pusieron a la venta entradas para grupos.