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Veinte años de mayorías absolutas del PP en la Comunidad de Madrid -veinticuatro en el Ayuntamiento- parecen tocar a su fin el 24 de mayo, y el partido debe "reinventarse, reconvertirse" y darse cuenta de que a partir de esa fecha toca el acuerdo y el consenso. "Estamos absolutamente preparados para ello".

Así lo asegura el director de campaña del PP de Madrid, Íñigo Henríquez de Luna, quien en una entrevista con Efe afirma que en las elecciones autonómicas y municipales del 24M el PP seguirá siendo el partido "favorito" de los madrileños, aunque admite que con toda probabilidad no se repetirán las mayorías absolutas anteriores.

De ser así, los populares deberán gobernar con otras formaciones -"hay que respetar la voluntad de los ciudadanos, ésa es la esencia de la democracia", dice-, y el partido es consciente de que "tiene que reinventarse en ese sentido, reconvertirse, y darse cuenta de que a partir de ahora tiene que hacer una política de acuerdo, de consenso, de concierto.

"Pero creo que estamos absolutamente preparados para ello", afirma.

Henríquez de Luna -también número dos de la lista de Esperanza Aguirre al Ayuntamiento de Madrid- cree que a pesar de los últimos años de políticas de recorte del gasto, la gestión de Ana Botella al frente de la Alcaldía de la capital ha sido "magnífica", al lograr "mantener los servicios públicos en unas cotas muy razonables" pese a una situación "tremenda y muy difícil".

"Cuando se ve a Madrid con sus servicios públicos funcionando y todas sus instalaciones abiertas, y luego se compara con lo que ha pasado en Parla (donde gobierna el PSOE), ahí se pueden comparar los resultados de un modelo de gestión, que es la que representa el PP, frente a la gestión ineficiente y manirrota" de los socialistas.

Y es que, ha continuado, el PSOE "dice defender lo público, pero a la hora de la verdad los únicos que ponen en peligro los servicios públicos son los gobiernos irresponsables".

"Y Podemos es más de lo mismo, todavía más a la izquierda del PSOE", advierte, y como ejemplo de lo que esconde la "demagogia populista", cita los resultados de la gestión de un partido similar en Grecia, o en gobiernos y ayuntamientos gobernados por la izquierda.

Por eso no se plantea el futurible de que Podemos pueda hacerse con el bastón de mando en la Alcaldía de Madrid. "Los ciudadanos no son tontos, al final no creo que pongan una responsabilidad tan importante como gobernar una gran ciudad como Madrid, o una gran Comunidad, en manos de gobiernos irresponsables".

Con la idea de lograr el mejor resultado posible, el tándem Esperanza Aguirre-Cristina Cifuentes prepara "con gran ilusión" una difícil campaña, y lo hacen trabajando "muy bien" juntas, "mucho mejor de lo que se piensa", con "una gran sintonía personal" aunque "no piensen absolutamente igual", algo que es "hasta saludable". "El PP no es una secta donde todos tengamos que pensar igual".

Tampoco se va a distanciar el PP de Madrid de la 'marca PP nacional'. "Nunca vamos a esconder a nuestro partido", ha dicho, y aunque las protagonistas de la campaña han de ser Aguirre y Cifuentes, que son quienes se presentan, el PP madrileño contará en campaña con Mariano Rajoy y con José María Aznar, quien esta misma semana ha confirmado su presencia en un acto.

Atrás queda olvidada la polémica por la elaboración de las candidaturas, un proceso "siempre difícil", y que le hace reafirmarse en su propuesta de cambiar la ley electoral para acabar con las listas "cerradas y bloqueadas", "uno de los graves problemas de nuestro sistema político".

"Nuestra democracia cada vez se merece más calidad", argumenta, y eso se lograría si los ciudadanos pudieran elegir directamente a parte de sus representantes con listas abiertas, sistema que no dejaría fuera a ningún partido político.

"Si los ciudadanos quieren que haya cinco formaciones en la Asamblea, eso no es incompatible con que algunos diputados puedan ser elegidos directamente en distritos uninominales", insiste, algo que sólo rebatiría alguien que prefiera listas cerradas y bloqueadas, "que es donde al final el poder de los aparatos de los partidos se impone sobre la voluntad de los militantes y los ciudadanos".