Más de 400 personas esperaban esta mañana frente a la tienda de H&M de la Gran Vía madrileña, antes de la apertura, para hacerse con un prenda de la colección cápsula diseñada por Balmain para la cadena sueca, que ha creado una cola sin precedentes, cuyas primeras posiciones se ocuparon ya el martes. A las diez de la mañana, las puertas de la céntrica tienda se abrían para recibir a los veinte primeros clientes que, identificados con unas pulseras rojas, entraban entre aplausos de los empleados para comprar las prendas diseñadas por Olivier Rousteing, de la firma francesa Balmain, para H&M.