El 81% de las personas mayores residentes en la capital española se sienten satisfechas de vivir en ella y valoran sus zonas verdes y sus servicios públicos, según el diagnóstico de Ciudad Amigable de los Mayores, un proyecto de participación ciudadana promovido por la Organización Mundial de la Salud y presentado hoy.
El diagnóstico de Madrid, Ciudad Amigable con los Mayores, se realizó en 2014 y recoge las opiniones de 3.900 personas con más de 65 años, de las que 600 superan los 80, según informa el Consistorio a través de un comunicado. Pese a que la valoración es positiva, los mayores citan entre sus reivindicaciones para construir una ciudad mejor combatir la desigualdad entre los barrios, la falta de educación cívica de los ciudadanos, el ruido y el tráfico en el centro, la inseguridad en los parques, defectos de mantenimiento de las aceras, la limpieza de las calles o la falta de baños públicos, entre otros.
La capital obtiene un "aprobado" en este estudio cuyo objeto ha sido investigar en qué grado es Madrid una ciudad amigable con las personas mayores y conocer qué actuaciones incrementarían su bienestar físico, social y mental, su seguridad y la plena participación en las actividades.
Esta iniciativa, promovida por la Organización Mundial de la Salud, surge para anticipar una respuesta a dos realidades que se considera que tendrán un gran impacto a mediados del siglo XXI en Europa: el progresivo envejecimiento de la población mundial y la tendencia creciente a vivir en las ciudades.
En España se han unido a este proyecto Zaragoza, Palma de Mallorca, Santander, León, Barcelona, Tarragona, Vitoria, Bilbao, San Sebastián y Orense, entre otras. El proyecto se basa en la premisa de que una ciudad amigable es aquella que facilita que sus ciudadanos envejezcan de forma activa.
Algunos expertos y personas mayores consultadas se refieren a Madrid como "una ciudad dura", un calificativo que, según informan fuentes municipales, viene marcado en parte por un componente nostálgico en el que se recuerda los barrios de otros tiempos como más amables, en contraste con el ritmo de vida actual.
Los sentimientos de desubicación y soledad son otra de las percepciones de las personas mayores, ya que los expertos opinan que "una ciudad grande siempre es más agresiva que una pequeña" y el ritmo de vida actual "conlleva unas condiciones que abocan a la persona mayor a estar más sola".