El ambiente está muy seco. Tanto que el observatorio meteorológico más antiguo de Madrid, el del Retiro, nunca había medido valores de precipitaciones tan bajos en un invierno.
Entre diciembre, enero y febrero tenían que haber caído 128 litros por metro cuadrado. Solo se han recogido 17. Estos datos sitúan a 2012 como al invierno más seco desde que se usan pluviómetros, desde 1.893.
Febrero se ganó el sobrenombe de "febrerillo el loco" y estos días más que nunca, el tiempo es el tema de conversación. Para los asmáticos y los alérgicos a las cupresáceas, comienzan malos tiempos.