Decenas de miles de "indignados" llenan el centro de Madrid para exigir un "cambio global". Una manifestación ilegal ya que no cuenta con autorización de la Delegación del Gobierno en Madrid. Se suma a las que se han celebrado durante todo el día en casi un millar de ciudades del mundo -alrededor de ochenta en España-.
Cuando el reloj del Palacio de Cibeles marcaba las seis en punto de la tarde los concentrados han efectuado una pitada y una 'cacerolada' frente a la puerta principal del Banco de España. También han protestado frente a las puertas del Ministerio de Educación y la Consejería del ramo
Ni la Delegación del Gobierno, ni el Ayuntamiento de Madrid han dado cifras sobre el número de manifestantes, que han vuelto a llenar la Puerta del Sol y una parte de las calles por las que han pasado. Al término de la marcha, los organizadores, por megafonía, han estimado la participación en "más de medio millón de personas".
La pancarta de cabecera ha sido portada por una decena de personas hasta casi las mismas puertas de la Real Casa de Correos, custodiada por cuatro furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los llamados 'antidisturbios'.
Al entrar la cabecera de la marcha a Sol la plaza estaba llena por la gente que aguardaba la llegada de la manifestación. Una marcha que tras concentrarse en Cibeles, donde han confluido la media docena de columnas que han marchado al centro de Madrid desde los cuatro puntos cardinales, han recorrido la calle de Alcalá, Sevilla y Carrera de San Jerónimo.
La marcha se ha desarrollado hasta el momento en un ambiente festivo y sin incidentes relevantes. Un helicóptero de la policía nacional ha seguido desde el aire a los manifestantes, mientras que en las calles la fuerzas de seguridad han tenido escasa presencia.