Ha pasado una semana desde que operaron a Juan Carlos. Le implantaron un clavo magnético. Después de este tiempo ha pasado por la consulta para que le expliquen cómo activarlo.
Ese será el procedimiento que tendrá que seguir tres veces al día durante dos meses, como si se tratara de una medicación. Cada día, la tibia se alargará 0,75 milímetros, mientras Juan Carlos no siente dolor.
Al no tener un fijador externo se reducen las posibilidades de infección. Tiene más ventajas. Con este procedimiento, Juan Carlos aprende a usarlo y pronto volverá a su hobby, jugar al fútbol