El mural en homenaje a Lucrecia Pérez se quedará en su actual ubicación de Aravaca

  • Las obras de un centro municipal amenazaban con ocultar el recuerdo a la primera víctima de un asesinato racista en España
Mural homenaje a  Lucrecia Pérez en Aravaca
Mural homenaje a Lucrecia Pérez en Aravaca |TELEMADRID

El mural dedicado a Lucrecia Pérez, la primera víctima de un asesinato racista reconocida como tal en España, se mantendrá en su actual ubicación, la plaza de la Corona Boreal, en Aravaca.

Más Madrid y PSOE han sacado adelante una proposición conjunta, apoyada por el Grupo Mixto, para garantizar que el mural homenaje permanezca en su actual ubicación utilizando para ello un sistema de protección adecuado ante las obras a acometer en el edificio y que garantice su conservación en perfectas condiciones. Vox se ha abstenido y PP y Cs han votado en contra.

Copia exacta

El mismo sentido de los votos ha recibido la propuesta para que, en el caso de que un informe técnico avalara la imposibilidad de cumplir con el punto anterior, desde el Ayuntamiento se lleve a cabo una réplica exacta del mural y, una vez finalizadas las obras, se pinte de nuevo en el mismo lugar en el que actualmente se encuentra, la plaza Corona Boreal.

Todos los grupos, con la abstención de Vox, han apoyado el ofrecimiento de la concejala-presidenta de Moncloa-Aravaca, Loreto Sordo (PP), para que además se instale una escultura conmemorativa en la glorieta de Lucrecia Pérez, designada como tal por el anterior Gobierno y situada a 250 metros del mural. Se hará para "recordar que Madrid y el distrito de Moncloa-Aravaca están en contra de cualquier muestra de racismo o xenofobia".

Lugar de encuentro y recuerdo

Hace cuatro años, coincidiendo con el 25 aniversario del asesinato, diferentes colectivos del barrio de Aravaca pintaron un mural en la Plaza Corona Boreal, "llenando de colores su rostro para crear así un particular homenaje ciudadano hacia ella y alzando la voz contra el racismo y la xenofobia".

Esta plaza fue durante finales de los años 80 y principio de los 90 lugar habitual de reunión de la comunidad dominicana de la cual formaba parte Lucrecia.