La Fiscalía de Madrid ha mantenido su solicitud de 18 años de cárcel para un acusado del homicidio de su esposa, a quien asestó el 23 de septiembre de 2008 hasta once puñaladas en diversas partes del cuerpo. En el trámite de conclusiones, la fiscal ha elevado a definitiva su acusación al considerar a Antonio S.C., de 68 años, autor de un delito de homicidio. En su informe, ha resaltado que el procesado vejó y humilló a su mujer durante los 40 años que estuvieron casados
Además, se ha mostrado contraria a apreciar en su actuación una eximente por enajenación mental, tal y como sostiene la defensa del procesado.
"Tenía el cuchillo…”
En su declaración, el hombre aseguró ayer que sólo recuerda que minutos antes del crimen tenía un cuchillo en la mano porque estaba "comiendo un aguacate". Según su versión, el 23 de septiembre de 2008 acudió a la finca de su propiedad para dar de comer a los perros y allí se encontró horas más tarde con su mujer, Christine H.L., de origen alemán, con lo que no hablaba desde "hacía mucho tiempo".
Entonces, empezaron una discusión en la cocina motivada porque al día siguiente tenían que presentarse a un juicio por la separación del matrimonio. Según explicó, ella le amenazó con quitarle sus propiedades. "Yo le dije que cómo podíamos haber llegado a esta situación cuando habíamos acordado llegar el divorcio amistosamente. Le reproché que si me quería ver en la calle. Y ella me dijo que yo vería, que me las buscara", apuntó el acusado, que precisó que su esposa le comentó a continuación que a lo mejor se quedaba también sin su parcela "como escarmiento por cabezota".
En ese momento, Antonio señaló que se encontraba "frustrado, aislado y desilusionado" y que se dio cuenta que "había perdido todo en la vida", puesto que reveló que su hija había dejado de hablarle meses antes. Además, agregó que intuyó que lo que pretendía su mujer era denunciarlo para conseguir el alojamiento y, de hecho, indicó en varios momentos de su declaración que procuraba no mantener contacto con ella para que no tuviera motivos para que le denunciara.
Preguntado por el momento en sí de la muerte de Christine, su marido relató: "Tenía el cuchillo en la mano porque estaba comiendo un aguacate. No me acuerdo de más hasta que vi a los perros que iban hacia la cocina y ella estaba tirada en el suelo muerta, en medio de un charco de sangre. Entonces, mi reacción fue taparla con un plástico para que se acercaran los animales", ha indicado.
A continuación, según explicó, cogió el coche y se acercó a la comisaría de la Guardia Civil de Brunete "para pedir ayuda". "A los agentes les dije que venía de mi parcela, donde había discutido con mi mujer y estaba herida. Les pedí que fueran rápidamente", apuntó Antonio que, en cambio, negó que hubiera contado a la Guardia Civil que mató a su mujer.