El estudio sobre la 'salud' del arbolado del histórico parque madrileño del Retiro, elaborado después de una serie de caídas de ramas y árboles en el último semestre y realizado con la tecnología más moderna, podrá ser un referente para evaluar el resto de árboles de la capital y de parques y zonas verdes de todo España.
Es la opinión expresada a Efe por tres de los miembros de la comisión nombrada por el Ayuntamiento de Madrid para examinar el gran parque de la ciudad, quienes coinciden en que muchos de los árboles de Madrid fueron plantados hace más de medio siglo durante la expansión urbanística, cuando no había conocimientos ni instrumental técnico dedicado a la arboricultura.
Los ingenieros Carlos del Álamo -presidente de la comisión-, Ángel Muñoz y Antonio Prieto, también señalan que los episodios de caída de ramas y árboles que se han registrado en Madrid, dos de los cuales supusieron hechos trágicos, están dentro de la "normalidad" en la frecuencia con que a lo largo de los años han caído ramas o árboles en el Retiro y en el resto de la capital.
Destacan además que no hay motivo para temer un incremento grande de casos, puesto que los estudios realizados y las medidas adoptadas por el Ayuntamiento suponen la evaluación y el aseguramiento de que serán aminorados los riesgos.
Del Álamo, decano del Colegio de Ingenieros de Montes de España, también insiste en que en Madrid, donde hay dos millones de árboles de todas las edades, "no ocurre nada distinto" a lo observado en el pasado y que así lo demuestran las estadísticas.
El ingeniero forestal Ángel Muñoz, jefe del Servicio de Jardines y Montes de Patrimonio Nacional, tras lamentar "la fatalidad" que supuso la muerte de dos personas -en junio y julio, uno en el Retiro y otro en Vallecas-, cree que los estudios posteriores servirán para que los gestores públicos y privados de zonas verdes incrementen su interés por aprender, invertir y valorar mejor la situación del arbolado".
Muñoz considera que aunque la comisión del Ayuntamiento de Madrid ha evaluado sólo el riesgo en el parque del Retiro, las conclusiones podrían ser extrapolables al resto de la ciudad, y añade que le consta que en otras ciudades, entre ellas Burgos, se está trabajando en la disminución de riesgos, en el mismo sentido que en Madrid.
Este ingeniero ha destacado además que las especies que han generado problemas, como el olmo de Siberia (humus pumila) o la falsa acacia nunca más serán plantadas en medio de las ciudades, pero sí en lugares que no supongan riesgo.
Estas especies, que han tenido su ciclo y están en etapa de "senectud", han llegado en unos 60 años a la plenitud de su desarrollo, "frente a los 200 o 300 años que dura el desarrollo vegetativo 'lento' de los tilos o castaños del Retiro", ha explicado Muñoz.
"El Ayuntamiento de Madrid tiene medios más que suficientes y una gran cantidad de gente trabajando en podas y diagnosis destinadas a la disminución de los riesgos", afirma este ingeniero forestal.
Antonio Prieto, otro de los ingenieros miembros de la comisión, también cree que las conclusiones obtenidas con el estudio del arbolado del Retiro podrán ser consideradas a la hora de evaluar el arbolado del resto de la ciudad y de otros jardines del Patrimonio Nacional en el resto de España.
Según este experto, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes (ETSIM) de la Universidad Politécnica de Madrid, también hay peticiones de otros "jardines importantes" de algunos lugares de España interesados en el protocolo de intervenciones desarrollado para Madrid.
En opinión de Antonio Prieto, se trata de un interés "lógico" porque el parque del Retiro madrileño es uno de los más "carismáticos" de España junto con los de Aranjuez, La Granja o Campo del Moro y cree que lo que se haga en ellos tiene repercusión y sirve de modelo "no solo nacional, sino internacional".
En cualquier caso, como reitera Ángel Muñoz, el protocolo establecido para el Retiro evaluará cada árbol y, si es preciso, le cortará la copa, lo saneará integralmente "o, incluso, por desgracia", lo apeará, "porque no se puede dejar ninguno con riesgo de desprendimiento".