Francisco aún se está reponiendo del susto. Eran las 7:30 de la mañana cuando tres encapuchados entraron en su estanco de Villaverde. Uno de ellos le retorció el brazo, le empujó contra el mostrador y le puso un machete de 30 centímetros de hoja en el cuello, mientras le reclamaba el dinero de la caja. No es el primer robo que sufre.
En esta ocasión, les atracaron justo después de abrir. Casi tres minutos que no van a olvidar. Dos hermanos regentan el estanco y no quieren relatarlo ante las cámaras. A los dos les amenazaron con un machete.
Iban encapuchados con guantes, eran tres y ahora la policía nacional investiga para detenerles. Los comerciantes del barrio tienen miedo y tampoco quieren hablar. Los vecinos se quejan de inseguridad en un barrio problemático desde hace años y donde no son infrecuentes los robos o el menudeo de drogas.
Según los datos policiales de los dos distritos Usera y Villaverde que cubre la Policia Nacional, en los últimos meses han descendido los robos con violencia un 38 por ciento, al mismo tiempo que han aumentado las detenciones un 40 por ciento.