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Cuarenta personas, la mayoría ciudadanos chinos, han sido detenidos en Madrid, Toledo y Ciudad Real vinculados a una organización dedicada al cultivo a gran escala de marihuana con destino a Europa, sobre todo al Reino Unido, y al tráfico de drogas sintéticas para venderla a compatriotas. Además de al tráfico de drogas, la Policía Nacional y la Guardia Civil investigan si la red también se dedicaba a la trata de seres humanos y la prostitución, según fuentes de la investigación, que han cifrado en 40 la cifra de detenidos, aunque el subdelegado del Gobierno en Madrid, Luis Martínez-Sicluna, dijo esta mañana que podrían ser unos 50.

Fuentes de la investigación han indicado a Efe que la operación, denominada Brexit-Canito, es una nueva fase de otras actuaciones policiales desarrolladas en los últimos meses desarrolladas en Ciudad Real y Toledo, donde el pasado mes de marzo en seis pueblos toledanos los agentes se incautaron de casi 13.000 plantas de marihuana en seis chalés y fueron detenidas catorce personas.

Hoy, tanto los registros -un total de 42- como los detenidos se han centrado en la Comunidad de Madrid, tanto en la capital, sobre todo en el distrito de Usera, como en el polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada, Parla, Getafe, Móstoles y Leganés, además de las localidades toledanas de Sonseca y Talavera de la Reina.

La red desmantelada, explican a Efe las fuentes, estaba integrada por ciudadanos chinos y se dedicada fundamentalmente a la venta y distribución de drogas sintéticas en lugares de ocio -muchos de ellos karaokes frecuentados por la comunidad china- y al tráfico de marihuana a gran escala con destino a Europa, especialmente al Reino Unido.

Ya en marzo los agentes comprobaron que los delincuentes contactaban con distintas inmobiliarias para alquilar chalés o casas de gran tamaño que dispusieran preferiblemente de sótano que después modificaban para situar los laboratorios "indoor" de marihuana y donde conectaban el entramado de la instalación eléctrica a la red general de forma ilegal.

Los agentes que llevaron a cabo la investigación también averiguaron que los responsables de suministrar la logística y el jefe de la organización estaban asentados entre el municipio de Illescas (Toledo) y la provincia de Madrid.

Las informaciones obtenidas entonces han propiciado ahora este nuevo golpe a las mafia china y a un "negocio" en el que estas redes han entrado de lleno.

Según las fuentes, en la operación se han desmantelado cinco clubes clandestinos, donde diez ciudadanas chinas ejercían la prostitución.

Durante la intervención policial se han incautado unas 5.000 plantas de marihuana, 7 kilos de cogollos, gran cantidad de drogas de síntesis como anfetaminas o "polvo de ángel", una pistola de nueve milímetros parabellum, dos pistolas de fogueo, dos armas de avancarga, 70.000 euros y siete vehículos -uno de ellos robado-.

Asimismo, se ha desmantelado una fábrica clandestina de pantallas de móviles con mas de 10.000 unidades.

Tanto el subdelegado del Gobierno en Madrid, Luis Martínez-Sicluna, como el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, han valorado hoy esta operación en la que han intervenido unos 300 funcionarios de ambos cuerpos, en su mayoría policías adscritos a la Comisaría General de Policía Judicial y la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Madrid, así como de la Comandancia de Guardia Civil.

Los detenidos, la mayoría de ellos arrestados en la Comunidad de Madrid, están acusados de tráfico de drogas, explotación sexual, extorsión, delitos contra la propiedad industrial y blanqueo de capitales.

Han sido trasladados a dependencias de la Policía Nacional en la avenida de los Poblados de la capital.