En plena cruzada contra el problema de la suciedad, el Ayuntamiento de Madrid ha aumentado significativamente el número de multas de limpieza impuestas ya que la suma de las sanciones de septiembre y octubre supera el total de los cinco primeros meses del año.
Según datos facilitados por el Consistorio a Efe, entre enero y mayo la Policía Municipal y los inspectores de Medio Ambiente tramitaron 629 sanciones por incumplimiento de la ordenanza de limpieza. Abril, con 189, fue el mes con más multas en este periodo.
De estos registros se pasó a 375 multas en septiembre y a 412 en octubre, mientras que en los diez primeros días de noviembre la cuenta ya ascendía a 282 y, si se mantiene esta proyección lo que resta de mes superará las 800.
La ordenanza de limpieza municipal penaliza con multas de entre 751 y 1.500 euros acciones consistentes, por ejemplo, en no recoger excrementos caninos, orinar en vía pública o abandonar basura en espacios en los que no está permitido.
Según defendió en abril la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, la intensificación de la actividad sancionadora no responde a un "afán recaudatorio", sino "de mejora de la ciudad".
Al mismo tiempo, sigue en marcha el denominado protocolo de sustitución, mediante el cual los ciudadanos multados pueden cambiar la sanción pecuniaria por la realización de trabajos de limpieza por un número determinado de horas.
Hasta el 10 de noviembre habían aceptado la medida 44 personas, de las que veintiuna habían finalizado satisfactoriamente la prestación, han añadido las mismas fuentes.
En un encuentro con vecinos del distrito de Retiro celebrado esta semana, Carmena avanzó que "a partir de febrero" ese protocolo, que hasta ahora ha funcionado como "experiencia piloto", será "absolutamente general".
A través de esta modalidad, cuando el ciudadano recibe la notificación de la sanción y solicita su reemplazo por actividades en beneficio de la comunidad, el Ayuntamiento fija las condiciones para la sustitución y las comunica en una resolución.
A los infractores que se acogen al protocolo, que realizan los trabajos de limpieza los sábados y domingos de 9.00 a 14.00, se les asigna un tutor que, finalizada la labor, dicta un informe favorable o desfavorable, que supone la suspensión o la ejecución de la multa.
Carmena, que en los últimos meses ha criticado en repetidas ocasiones la falta de implicación ciudadana en la limpieza municipal, recordó la "necesidad" de llevar a cabo una "intensa labor de concienciación" y avisó de que su campaña contra la suciedad "va a seguir" mientras su equipo esté en el Palacio de Cibeles.
Otra de las iniciativas lanzadas por el Ayuntamiento este año fue la creación de un mapa para vigilar los 'puntos negros' en los que se da una mayor concentración de excrementos caninos no recogidos.
Esta propuesta comenzó en dos distritos, también como programa piloto, el mes de abril, y tiene como objetivo la detección de las zonas en las que se infringe la normativa con más frecuencia y el incremento de la vigilancia en las mismas.
Se trata de dos de las medidas más relevantes en este ámbito del Consistorio, cuya nueva estrategia de residuos se presentó a finales de octubre y se implantará progresivamente durante 2017.
De hecho, este mes ha entrado en vigor el nuevo contrato de recogida de basuras, que implicará la creación de un quinto contenedor específico para residuos orgánicos, de color marrón.
Este acuerdo también incluye el compromiso de recoger diariamente los cartones y cristales desechados por los comercios de la ciudad, que comenzará a desarrollarse a partir del 1 de diciembre.