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La crisis obliga a los transportistas a ir en busca de sus clientes. Hileras de furgonetas, con y sin licencia, se concentran en los alrededores de los centros que IKEA tiene repartidos por todo el país para llevar muebles.

La multinacional sueca ha visto incrementada la presencia de camiones y furgonetas para hacer la competencia a la tienda con precios que parecen de broma

La competencia cada vez es mayor y, a veces, algunos profesionales del sector ni siquiera consiguen realizar un porte en toda una jornada. Por un transporte que la tienda cobra 120 euros, ellos lo hacen, en ocasiones, hasta por 5.