Un joven colombiano, pasajero 1.000 millones del aeropuerto de Barajas

El "Antonio Machado", un Airbus 340 de Iberia, ha traído a Madrid a un joven colombiano de 30 años que formará parte de la historia del aeropuerto de Barajas al haberse convertido en el pasajero 1.000 millones que pisa unas instalaciones que acogieron su primer vuelo comercial en mayo de 1933.

Alonso Fernández Ortiz, que descendía del avión sobre las 10.00 horas de hoy junto a una amiga, decía estar "súper emocionado y feliz" por ser el afortunado, lo que además le ha permitido viajar desde Bogotá en "la mejor clase", por cortesía de la compañía.

Fernández ha reconocido que Iberia le comunicó un día antes de emprender el vuelo que era el pasajero 1.000 millones de Barajas y que tendría un recibimiento especial a su llegada a Madrid.

"Pero no me esperaba todo esto", aseguraba ante las cámaras y los micrófonos de la prensa y las miradas curiosas del resto de viajeros desde la escalerilla del avión.

La directora del aeropuerto de Barajas, Elena Mayoral, entregó al joven colombiano una "gran tarjeta" con el lema "Soy el viajero 1.000 millones", que le da derecho a utilizar las salas Vip de los aeropuertos españoles durante un año.

UN REGALO QUE NO PODRÁ DISFRUTAR

Un regalo del que no podrá disfrutar mucho este joven "ingeniero electricista", que viajó este jueves a España por primera vez, ya que tan sólo estará en Madrid hasta mañana, porque continuará su viaje a Polonia donde estudiará una maestría de su especialidad.

Durante su estancia en la capital, Alonso Fernández tiene previsto visitar el "museo del Santiago Bernabeu", para comprar algunos "souvenirs", que unirá a los recibidos en Barajas, entre los que destaca una réplica en plata del Airbus 340 en el que hizo el viaje, regalo por Iberia.

Al recibir al estudiante colombiano, la directora de Barajas hizo un breve recorrido por la historia de las instalaciones y expresó su esperanza de que los "nuevos 1.000 millones de viajeros se consigan antes de que pasen otros 80 años".

Mayoral recordó que fue un avión trimotor Fokker VII de la compañía LAPE (futura Iberia), con capacidad para sólo 8 pasajeros y dos tripulantes, el primer vuelo comercial que aterrizó en Barajas un 15 de mayo de 1933, en unas instalaciones denominadas "Aeropuerto Nacional de Madrid".

Un lugar muy distinto al de hoy, ya que no había ni edificio terminal, ni pista asfaltada, lo que daba a Barajas un aspecto muy diferente al que presenta hoy con cuatro terminales, una zona para la aviación privada y cuatro pistas de vuelo.

Desde los 378 vuelos y 2.873 pasajeros que recibió el aeropuerto en 1933, Barajas ha pasado a contabilizar 45 millones de viajeros y cerca de 375.000 operaciones en 2012, por lo que ocupó el quinto puesto europeo y el 19º del mundo por volumen de tráfico.

En la actualidad Barajas acoge a cerca de 80 compañías aéreas que vuelan regularmente a 179 destinos en 65 países de cuatro continentes.

Según los últimos datos del Barómetro de Economía del Ayuntamiento de Madrid, el aeropuerto madrileño genera 15.178 millones de euros de Valor Añadido Bruto anual y 305.000 puestos de trabajo en toda España.

Tras su puesta en marcha en 1933, Barajas sufrió su primera transformación en los años 50, cuando se superó el medio millón de viajeros, despegó el primer Superconstelation con destino a Nueva York y la creciente demanda obligó a construir la terminal nacional, hoy conocida como terminal 2.

Tras varias remodelaciones y ampliación de instalaciones, el gran aumento de viajeros de los años 90, con más de 15 millones de pasajeros obligó a poner en marcha el Plan Barajas, del que nació la T4 y dos nuevas pistas de vuelo.