Un centenar de inspectores vigila cada día las líneas del suburbano. Las cámaras del metro graban cada día secuencias como ésta: intentan colarse por cualquier lado pero dentro les espera un inspector. No llevar billete está penalizado con 30 euros. Metro aumenta este tipo de vigilacia.
Su labor es comprobar los billetes de los viajeros en andenes, vestíbulos y en los propios vagones del Metro.
Son muchos los que, por unos motivos o por otros, deciden "colarse" en el suburbano sin pagar su billete.
Curiosamente son las personas de entre 30 y 60 años los que más lo hacen. El momento clave: a final de mes y lo hacen por una cuestión de dinero.
Viajar sin el correspondiente billete, supone una multa cuyo recargo es de 20 veces el precio del billete sencillo, 30 euros.
Cambiar la foto, escanear el cupón del abono transportes o comprar el de otra persona más barato supone algo más que una sanción económica.
No solamente se retira el abono, sino que si se detecta que hay una falsificación se tramitará una denuncia judicial.
Hace unos meses la policía municipal detuvo a un hombre que intentaba vender 60 billetes de diferente tipo obtenidos de forma ilícita.