Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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El dos de mayo de 1808, Madrid vivió una jornada de sangre y fuego. Navajazos a soldados mamelucos en la Puerta del Sol y macetas arrojadas sobre los lanceros a caballo en la calle Mayor eran algunas de las formas en las que se defendían los madrileños. La Plaza de la Villa, Atocha o la Cava de San Miguel fueron algunos de los escenarios de enfrentamientos terribles.