La belleza que vende la publicidad no siempre se corresponde a la realidad. Tanto Photoshop y tanto obsesión por una perfección más propia de un maniquí que de una persona hace que a veces se desvirtúe la belleza real de una mujer. Por eso, en Madrid Directohemos estado en un casting para salir en un anuncio en el que nadie tiene una 90-60-90. Lo que se busca es una belleza sin pudor ni complejos ya que todo el mundo tiene esas supuestas imperfecciones que hace a cada persona ser única.