Una campaña para concienciar pone rostro a mujeres que han padecido cáncer de mama

  • Para reforzar la sensibilización ante esta enfermedad y mejorar la autoestima de quienes la padecen
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La Fundación Grupo IMO (Instituto Madrileño de Oncología) ha lanzado una campaña de concienciación del cáncer de mama en la que pone rostro a la enfermedad, al difundir la historia de ocho mujeres que la han superado con éxito gracias a su fuerza y sus sueños así como al apoyo de sus familiares y amigos. Este viernes tiene lugar el Día Internacional del Cáncer de Mama. Con el lema 'Cómo ven las mujeres que padecen o han padecido esta enfermedad y cómo las ve su entorno y la sociedad en general', la iniciativa consiste en una exposición de fotos de estas mujeres en el Mercado de San Antón de Madrid, y la difusión del 'spot' de la campaña en la sala '40 Café Madrid', los próximos días 18 y 19 de octubre.

Además de la firma de un decálogo deontológico para el buen tratamiento informativo del cáncer, que cuenta con el respaldo de la Federación de Asociaciones de Prensa de España (FAPE) y la Asociación de Informadores de la Salud (ANIS).

De este modo, el objetivo de la campaña es reforzar el mensaje de concienciación y sensibilización de esta enfermedad así como mejorar el autoestima de las mujeres que han sido o son diagnosticadas de cáncer de mama.

Asimismo, la Fundación Grupo IMO quiere lanzar el mensaje de que, tras la superación de la enfermedad, la mujer tiene que reintegrarse en la sociedad y, de esta manera, volver a cumplir los roles que hasta ese momento ha podido representar: madre, pareja, esposa, trabajadora o hija.

HISTORIAS CON NOMBRE PROPIO

Para ello, ha dado a conocer la historia de Galyna, una mujer de origen ucraniano que llegó a España hace once años y que, hace un año, fue diagnosticada de cáncer de mama. En sus palabras, este hecho derivó en la pérdida de su empleo.

También, la situación de Rosana, una joven torera, a la que en diciembre de 2011, la detectaron un cáncer de mama. "Me ví un bulto, me hicieron una ecografía y resultó ser un carcinoma. Me operaron en enero y empiece con la 'quimio'", recuerda. El momento en el que le diagnosticaron la enfermedad fue "duro", explica Rosana. "Más por mi familia que por mí. Yo no me lo creía. Crees que nunca te va a tocar", precisa. Después, comenzó el tratamiento: cuatro sesiones de quimioterapia y 32 de radioterapia. "El primer ciclo de 'quimio' no sentía nada; en el segundo caí físicamente reventada. Ves que te vas deteriorando por la caída del pelo o la coloración de uñas", argumenta.

Para ella, su apoyo fue la familia y su motivación, la afición por los toros. "Quería torear ese año, no ha sido así, pero me ha ayudado mucho el hecho de entrenar o ir a ver toros", señala Rosana, quien considera que esta ilusión ha hecho ver su vida "de otra forma".

"Quiero transmitir que el cáncer se cura y que hay que agarrarse siempre a algo", insiste esta torera, quien dice a las mujeres que estén pasando por lo mismo "que se apoyen en las familias y que se agarren a alguna ilusión".

"LAS REVISIONES SON IMPORTANTISIMAS"

Por su parte, Elena fue diagnosticada de cáncer de mama, después de que su madre y hermana también pasaran por lo mísmo. Explica que, antes de que le detectarán esta enfermedad, estaba desempleada, y que, durante el tratamiento se le acabó la subvención por desempleo. Ahora, narra, tengo "fuerza" y la "necesidad" de volver al mercado de trabajo. "Es importante para las mujeres que pasamos por una experiencia así el volver a sentirnos útiles. Fue un paron pero necesitamos volver a arrancar", señala.

Con todo, esta filóloga inglesa considera que las revisiones son "importantísimas", pues "el diagnostico precoz es la base para tener el 100 por 100 de éxito a la hora de superar la enfermedad". En su caso concreto, la enfermedad se desarrollo en cuatro meses, por lo que un mes puede "salvarte la vida".

El diagnóstico de la enfermedad lo afrontó con "muchísima calma". Para ella, el cáncer de mama no es una cuestión desconocida. "Llevo conviviendo con ella muchísimos años", añade. Su madre y su hermana no pudieron superar la enfermedad pero Elena se confiesa optimista. "A la tercera va la vencida: por mi hermana y por mi madre", explica.

Por último, la campaña también recoge la historia de Rosa, a la que su deseo de ser abuela la ayudó a superar el diagnóstico de cáncer de mama; de Elena, a la que la enfermedad la hecho dar prioridad a su papel de madre; y de Rosa, que se define como una trabajadora del campo que reivindica el papel de la mujer después del cáncer de mama. También la de María, cuya hermana gemela también padeció esta enfermedad y lo superó.