2.500 euros de media es lo que va a costar a cada comerciante el cambio de nombre de las calles franquistas aprobado por el Ayuntamiento de Madrid. Es lo que ha asegurado el Partido Popular, que advierte que son unos 2.000 comercios los afectados.
La concejala del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Almudena Maíllo ha elevado este martes a la comisión municipal de Equidad, Derechos Sociales y Empleo una pregunta sobre una potencial línea de ayudas económicas a comerciantes después de que se aprobara el cambio de nombre de 52 calles en aplicación de la Memoria Histórica.
Según datos aportados por el Ayuntamiento y puestos sobre la mesa por Maíllo, este primer cambio de placas afectará a unas 50.000 personas y 2.000 locales. La popular ha cifrado en unos 2.500 euros de media los gastos que conllevará para cada comerciante el cambio de nombre, lo que sumaría un monto total de 5 millones de euros, cantidad a la que habría que añadir los gastos de los trabajadores autónomos de las primeras plantas de los edificios.
La directora general ha contestado que una potencial convocatoria pública de subvenciones está en fase de estudio y está condicionada a una previa justificación de su viabilidad y de su interés que determine si el cambio de nomenclatura "es causa directa de daños económicos que deban ser compensados por la Administración", más allá de las molestias que pueden provocar.
Por su parte, la portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre ha señalado hoy en declaraciones a Cuatro que el cambio de la nomenclatura de las 52 calles madrileñas en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica "no tardará mucho", según ha indicado, pero hay que hacerlo "bien", avisar a los vecinos y "explicarlo con antelación".
Maestre había indicado, con anterioridad, que el cambio físico de las placas tenía la fecha de "finales del mes de junio". "No hay discusión de que la Ley de Memoria Histórica se va a aplicar en Madrid; hay un consenso de la mayoría del Pleno del Ayuntamiento que ha aprobado el nuevo callejero", ha apuntado.
ADOLFO SUAREZ ILLANA: "LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA ME PARECE ABERRANTE"
El abogado Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, ha apuntado este martes, respecto al cambio de nombre de calles franquistas, que la Ley de memoria histórica la parece "aberrante" en los términos en que está escrita porque "lo único que pretende es remarcar que hay alguien que tiene una superioridad moral para reclamar determinadas cosas". "Yo me niego a aceptar eso", ha subrayado.
Suárez Illana se ha pronunciado de esta manera, tras impartir una conferencia en Valencia con el título 'El éxito de la Transición' en los cursos de verano de la UCV.
En ese sentido, ha apuntado que "unos creíamos que el 15 de junio de 1977 se había terminado la guerra civil, pero hay quienes no están contentos con esto y nos la quiere seguir echando en la cara". Para Suárez Illana, en estos momentos España está viviendo una "embate a nuestros valores y esencia" desde varios puntos de vista: "un nacionalismo excluyente, desde el ámbito cultural en la negación de la misma naturaleza de España y otro también por intereses de esa izquierda radical empeñada en no traer a la mesa la memoria histórica como instrumento de reconciliación sino como instrumento de desunión" porque es "en la violencia donde ellos están a gusto".
Así, ha cuestionado que la memoria histórica "tenga que suponer quitarle la calle a un general franquista y mantenérsela a un general del ejército rojo como se denominaba en aquel momento".
Por otra parte, ha criticado "las moradas intenciones" que se empeñan en "desacreditar" la Transición española en su conjunto e intentan "meter en la Constitución sus pequeñeces". Por contra, ha destacado que la Constitución del 78 ha sido "la única" en la historia de España que ha permitido "40 años de paz y prosperidad seguidos" y que se consiguió aprobar buscando "todos un mínimo con el que sentirse cómodos".