El joven madrileño de 17 años que era buscado desde el pasado 31 de marzo falleció en un hospital al día siguiente tras haberse arrojado al Metro el mismo día que se fue de casa, según han confirmado fuentes policiales.
Juan Rubén Jiménez Hernández salió de su casa el martes 31 de marzo por la tarde y no regresó, por lo que su familia interpuso una denuncia por su desaparición, explicando que sufría un Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad (TDH).
Se fue del domicilio sin llaves, sin móvil y sin carné de identidad, según explicó su familia entonces. Esa misma tarde sobre las 19:30 Metro de Madrid comunicó que un joven se había arrojado a las vías y los servicios de emergencia le trasladaron al hospital Gregorio Marañón en estado muy grave.
Falleció unas horas más tarde en el centro médico y, como no llevaba documentación, se le practicó una identificación mediante las huellas dactilares -necroreseña-, que finalmente ha determinado que se trata del joven al que se buscaba.