Es madrugada en las fiestas del Xiringuelu de Pravia en Asturias y es hora de cerrar uno de los barracones, pero los asistentes, en su mayoría pasados de alcohol, aintimidan a golpes en el mostrador a los camareros. La policía tiene que intervenir y les desaloja por a fuerza. Los incientes se saldan con dos detenidos.
Es el nuevo modelo de diversión que parece haberse instalado en las fiestas populares. Pravia, Majadahonda o Pozuelo son alguno de los lugares donde las celebraciones han acabado con graves disturbios.