En el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial por el presunto descuartizador de Majadahonda este jueves ha sido el turno de los guardias civiles que registraron la vivienda del acusado, un registro que por el modo que se realizó, quiere utilizar la defensa de Bruno Hernández, para anular el juicio. Los agentes han relatado cómo al entrar en la vivienda les impactó el fuerte olor a sangre.