El acusado de intentar tirar a su bebé por la ventana niega los hechos y acusa a la Policía

  • Su expareja cambia su versión en el juicio después de sufrir un ataque de ansiedad

Hicham D., acusado de pegar a su exmujer e intentar tirar a su bebé de nueve meses por la ventana, ha asegurado en el juicio que la Policía causó las lesiones al pequeño, negando haberle asfixiado hasta tal punto de cortarle la respiración.

El acusado se sienta en el banquillo de los acusados por los delitos de asesinato en grado de tentativa y maltrato, por los que se enfrenta a una pena de quince años de prisión.

Los hechos se produjeron sobre las 02:00 horas del 5 de junio de 2016 cuando el procesado mantuvo una discusión con su mujer, en cuyo transcurso el hijo mayor de la víctima llamó a la Policía que se presentó a los pocos minutos.

La versión del acusado y su expareja, que se habían casado por el rito musulmán, se contradice en diversos aspectos. Hicham mantiene que su entonces pareja despertó al bebé que tienen en común, lo que motivó el inicio de la discusión. "Me dijo que no era hijo mío y empezó a gritarme. No me dejaba salir. Cerró la habitación con llave", ha narrado.

Según su relato, se presentaron varios agentes de la policía y el niño mayor hizo de interprete. "En un momento se abalanzaron y uno me dio un puñetazo. Yo tenía miedo a que se llevaran a mi hijo. No les entendía", ha esgrimido a preguntas del fiscal. Preguntado sobre por qué el bebé estaba casi azul y presentaba arañazos, ha replicado que se lo habría hecho la Policía.

De este modo, ha negado que agrediera al pequeño, así como que amenazara a la mujer con tirarlo por la ventana si no dejaba que se lo llevara a Marruecos. Además, ha justificado la sangre que tenía la víctima en la nariz manifestando que es habitual que le suceda eso por la presión atmosférica.

ATAQUE DE ANSIEDAD

Antes de comparecer, la mujer ha tenido que ser atendida en los pasillos de la Audiencia tras sufrir un ataque de ansiedad. Ya en sala, ha cambiado su declaración ante la Policía en varios aspectos fundamentales a la hora de sustentar una posible condena. También se ha retractado su hijo mayor.

Según lo que recuerda, ese día estaba durmiendo junto a sus hijos en una habitación separada del acusado, dado que ya habían roto la relación.

"Entró y cogió al bebé. No entendía qué hacía. No le dejé que se fuera con el niño y me pegó. Pero no fue grave", ha explicado la mujer frente a la versión del fiscal, que sostiene que le propinó puñetazos y patadas. Le rompió el labio.

Tras ello, ha indicado que cuando llegó la Policía la dejaron fuera de la casa, advirtiendo a los agentes que se había dejado la ventana abierta de la habitación. Sin embargó, en instrucción manifestó que el acusado le amenazó con tirar al pequeño por la ventana si no se lo dejaba llevar a Marruecos.

También ha modificado su declaración en lo relativo a las lesiones que presentaba el bebé tras los hechos. Entonces, la mujer dijo que le vio azul, dado que le había cortado la respiración. En cambio, hoy se ha retractado y ha insistido en que le vio muy rojo porque estaba llorando. HECHOS JUZGADOS

Según el fiscal, el acusado mantuvo sobre las 02:00 horas del 5 de junio de 2016 una discusión con su compañera sentimental en el curso de la que agarró del brazo a la mujer mientras dormía junto al hijo común, un bebé de nueve meses, y otro hijo de ella con intención de llevarla a otra habitación para mantener relaciones sexuales.

Ante la negativa de su expareja, el acusado intentó llevarse al bebé. Ella intentó impedirlo y Hicham comenzó a darle patadas y puñetazos en la espalda, la zarandeó y le golpeó con el puño en la cara y en los ojos.

Tras esto, consiguió llevárselo. Comoquiera que un vecino había llamado a la Policía alertado por el ruido, se personaron en la vivienda varios agentes que se encontraron al procesado con el bebé en brazos junto a una ventana abierta, gritando que si se acercaban tiraba al niño.

Tras entablarse una negociación, intentaron convencerle de que depusiera su actitud, a pesar de lo cual el hombre repetía sin cesar que mataría al bebé, al que utilizaba de escudo, mientras lo zarandeaba y apretaba contra su cuerpo de manera violenta.

En un momento dado, tras intentar un agente de Policía coger al niño, el procesado, guiado por el ánimo de cumplir las amenazas, empezó a apretar violentamente el cuello del niño, que dejó de llorar, y le cortó la respiración, por lo que se puso azul y cianótico. Tras 45 minutos de utilizar al bebé como escudo y hacer amagos de arrojarle por la ventana, los agentes consiguieron rescatarle. El procesado permanece en prisión provisional desde su detención en ese mismo momento.