El acusado de degollar en 2015 a su expareja, hallada muerta en su domicilio con el cuello seccionado, ha defendido hoy que él no cometió dicho crimen, pero ha reconocido antecedentes de maltrato y haberla amenazado días antes durante una discusión. El acusado, Ángel A., ha defendido su inocencia en la segunda sesión de la vista oral que se celebra, con jurado popular, en la Audiencia Provincial de Madrid y que le juzga como presunto autor del asesinato de su expareja, con quien tenía una hija.
La Fiscalía le imputa un delito de asesinato con agravante por razones de género y parentesco y solicita una pena de 25 años de prisión. La mujer fue hallada muerta en su habitación, tendida en el suelo sobre un gran charco de sangre, por su hija cuando ésta volvió del colegio el día 11 de diciembre de 2015.
El procesado ha declarado que pasó la noche anterior a los hechos en la vivienda en la que residían su expareja y su hija ya que su mujer le había llamado, y que la mañana siguiente se fue al hospital para hacerse un análisis de sangre y desde ahí se marchó a su casa. En su interrogatorio ante el fiscal y su defensa, ha reconocido antecedentes de malos tratos hacia la víctima, que le denunció por una agresión en 2007.
De acuerdo al acusado, la víctima quería retomar la relación con él, terminada en 2012, pero mantenía una relación "esporádica" con otro hombre que les llevó a tener una discusión una semana antes de los hechos en la que el acusado ha reconocido que amenazó a su expareja.
Una amiga de la víctima, que ha declarado hoy como testigo, ha asegurado que el acusado "reaccionó muy mal" a esta nueva relación de la mujer y que la víctima le reconoció que "ya no se sentía bien" con el acusado y que solo mantenía el contacto con él por su hija. La amiga, que ha definido al acusado como "celoso y controlador", ha asegurado que, desde que este había vuelto unos meses atrás de su Argentina natal, "pasaba todo el tiempo" en casa de la mujer, incluso cuando no estaba la hija de ambos, y que la relación de ambos había sido "bastante tormentosa".
Además ha relatado que el acusado llegó a enviar mensajes desde el móvil de la víctima, haciéndose pasar por ella, al novio de esta intentando que acabaran la relación. También ha declarado como testigo uno de los compañeros de piso de la víctima, que se encontraba en la vivienda la mañana de los hechos, y que ha relatado que no oyó ningún ruido que llamara su atención esa mañana y que no supo de los acontecimientos hasta que le avisó la hija de la víctima. El juicio se retoma mañana con más pruebas testificales.