El acusado de degollar a su esposa en un piso del Ensanche de Vallecas en febrero de 2009, tenía obsesión por controlar su móvil, y alguna vez la hirió en el cuello al amenazarla con un cuchillo para que le dejase ver sus llamadas, han destacado hoy familiares y amigos de la víctima.
En el juicio en la Audiencia Provincial a Jaime María G.F., que se enfrenta a 27 años de prisión según la petición provisional del fiscal, la hermana de la fallecida, María Nieves M.G., ha comentado que era una mujer maltratada física y psicológicamente, que su marido estaba "obsesionado" con su móvil, y que desde que le conoció "no era la misma".
El acusado, de 39 años, ha reconocido que mató a su esposa con un cuchillo el 20 de febrero de 2009, pero que fue en el transcurso de una discusión en la que ella le amenazó con ese arma y le insultó llamándole "inútil".
"Vino hacia mí con un cuchillo, caímos al suelo forcejeando, le quité el cuchillo y se lo clavé de frente", ha relatado.
Sin embargo, el Ministerio Público sostiene que él cogió un cuchillo de la cocina, se abalanzó sobre ella, la inmovilizó de manos y piernas y le cortó el cuello desde atrás.
Además, Jaime María G.F., acusado de los delitos de violencia habitual en el ámbito familiar, amenazas graves, maltrato en el ámbito familiar, asesinato y por una falta de vejaciones injustas, ha argumentado que nunca maltrató ni insultó a su mujer, mientras que ella trataba de "humillarle" delante de la familia diciéndole que era "un cornudo".
Según el acusado, la víctima tenía otra relación sentimental, extremo que ha negado en la vista la familia de la mujer, que también han recordado que una vez, viendo en la televisión una noticia sobre una mujer muerta a manos de su pareja por dejarle, él la amenazó: "como me hagas tú eso a mí, te mato"
La madre de la víctima ha testificado que, aunque ella nunca vio los maltratos, sí que presenció cómo su yerno llamaba "guarra" a su mujer y cómo, por ejemplo, él tiraba a la basura los medicamentos que ella compraba o la comida que le servía.
Respecto a los maltratos presenciados por la hija menor de ambos, según el relato del fiscal, familiares de la víctima han contado que la niña les aseguró que su papá había cortado con unas tijeras "dos blusitas y un sujetador" de su madre.
La víctima, que cambió la cerradura del piso común de la calle Corral de Almaguer cuando decidieron separarse, nunca denunció su situación a pesar de que se lo pidieron varios de sus familiares, según han testificado.
"No sé que disculpas me va a pedir -el acusado-", ha dicho el padre de la víctima que recibió una carta del agresor desde la cárcel en la que le pedía perdón.
Varios agentes han declarado que el acusado fue voluntariamente a una comisaría y aseguró: "he cometido un crimen atroz, he matado a mi mujer".
El acusado, que se encuentra en prisión desde el mismo día de los hechos, también reconoció el crimen por teléfono al pedir a su entonces jefe la liquidación.