Las grabaciones de detectives contratados por empresas privadas demuestran que muchos de los empleados que deberían estar trabajando o recuperándose de alguna supuesta enfermedad por la que solicitaron su baja laboral en realidad están disfrutando de unas vacaciones fraudulentas. Las pérdidas en el sector privado llega casi a los 55 millones de euros diarios.
Para que se hagan una idea, esto es el 2% de Producto Interior Bruto español.
La Comunidad de Madrid ha sido precisamente la primera en poner en marcha un plan para frenar el absentismo laboral y las cifras hablan por sí mismas. Ese plan lleva en vigor un mes y, en el mismo instante en el que estar de baja, ha implicado cobrar menos: 2.500 empleados públicos han regresado a sus puestos de trabajo.
El plan contra el absentismo laboral del ejecutivo regional que reduce el 40 por ciento del salario a partir del tercer día de baja ha tenido sus primeros efectos.
En este momento, la región tiene 160.000 empleados públicos.
El absentismo laboral es de un 11.6 por ciento, casi el doble del que tiene la empresa privada. Estas bajas laborales les cuesta a los madrileños 65.000 euros al mes. Tantos como vale construir un colegio, hacer un polideportivo o ampliar dos kilómetros la red de metro.
Apenas ha pasado un mes de la entrada en vigor de este plan, y ya 2.450 empleados del sector público que estaban de baja han vuelto a su puesto de trabajo.
En enero de 2011 se dieron de baja 9.700 empleados públicos; el pasado mes, 6.000, un 38 por ciento menos que hace un año. Sólo este mes la Comunidad de Madrid se ha ahorrado más de 5 millones de euros. Vamos, lo que cuesta renovar las fachadas de todo un pueblo o hacer una carretera, por ejemplo.