Una presunta víctima de maltrato ha manifestado este jueves en el juicio que su pareja intentó quemar la casa en la que convivían en Villaverde con sus hijos dentro, relatando al tribunal que tras preguntarle éste si efectivamente estaban en el interior del domicilio escuchó el mechero y comenzó a ver las llamas. Así ha narrado lo ocurrido la noche del 17 de noviembre de 2014 tras un biombo para evitar el contacto visual con quien fuera su pareja durante cuatro años. Francisco Javier G. C. se ha sentado en el banquillo por delitos de amenazas, lesiones e incendio, hechos por los que se enfrenta a una pena de 21 años de cárcel.
La mujer ha relatado que en la época de los hechos tenían una relación de altibajos y ese día le dio un ultimátum. "Le dije que si no parábamos de discutir, la relación se acababa", ha detallado la víctima, quien ha manifestado que las peleas se producían por los celos de éste respecto a su exnovio, con quien había tenido dos hijos.
Tras una acalorada discusión, el acusado se fue de la casa, advirtiendo a la mujer de que volvería más tarde y que se iba a "cagar". Tras ello, ella sacó sus pertenencias al rellano. A las horas, el procesado regresó y le preguntó si los niños estaban en el interior del domicilio.
"Escuché el mechero y, lo siguiente, fue ver llamas. Vi el fuego por la ranura. Los bomberos tuvieron que sacarnos", ha indicado. Los niños tuvieron que ser trasladados al hospital tras sufrir una intoxicación por inhalar el humo.
En su declaración, el acusado ha asegurado que el día de los hechos había consumido drogas y alcohol, sin ser "consciente" de lo que pudiera hacer. Además, ha contado que sufre un trastorno bipolar que le hace ser agresivo.
HECHOS JUZGADOS
Según el fiscal, el procesado mantuvo una acalorada discusión con su compañera sentimental el 17 de noviembre de 2014 motivada por los celos. Tras ello, la víctima cogió las pertenecías del acusado, las guardó en varias bolsas y maletas y se las dejó en el rellano de la vivienda. Cuando el procesado regresó a casa y vio sus enseres en la escalera comenzó a aporrear la puerta, intentó sin éxito entrar a la casa por una ventana y profirió amenazas de quemar la casa.
A las diez de la noche regresó de nuevo y tras llamar a la puerta y preguntar si los niños estaban dentro de la vivienda y contestar afirmativamente la compañera sentimental, cogió las bolsas con sus pertenecías, las acercó a la puerta y las prendió fuego.
Según el fiscal, lo hizo sabiendo que ponía "en grave peligro la vida de la mujer y de sus hijos por la elevada altura del piso (una segunda planta) y dado que esa puerta era el único acceso y vía de escape para quienes estuvieran en el interior".
Ante el humo y el fuego un vecino acudió con un bidón de agua para sofocar las llamas. El procesado lo ahuyentó y volvió a prender fuego a las bolsas. Cuando llegaron los bomberos la puerta estaba envuelta en llamas y sólo con su ayuda pudieron abandonar la casa la compañera sentimental y los hijos. El procesado se encuentra privado de libertad desde su detención dos días después.
