Alrededor de 200 vecinos del barrio madrileño de San Cristóbal de los Ángeles han salido a las calles, escoba en mano, para limpiar su distrito y también para protestar por el abandono en materia de limpieza viaria que sufren sus parques, plazas y calles.
"Alguien nos tiene que poner soluciones", exige María del Prado de la Mata, presidenta de la asociación vecinal La Unidad de San Cristóbal, uno barrio castigado por el desempleo, los desahucios, la pobreza y el fracaso escolar y que, según los vecinos, únicamente cuenta con dos barrenderos que comparten con el polígono La Resina.
Los vecinos, que incluso han comprado escobas para la ocasión, han comenzado a limpiar sobre las 11.00 horas y tanto niños como mayores se han volcado con este operativo ciudadano.
"Luchamos para que este barrio sea el mejor de Madrid", indica Del Prado, quien, sin embargo, lamenta que tengan que ser ellos, los ciudadanos, quienes tengan que barrer sus propias calles cuando, como advierte la presidenta, "también pagan impuestos".
"Aquí hay una situación que a lo mejor no tiene que tener el mismo tratamiento que la de otros barrios de Madrid, pero es curioso ir al centro y ver barrenderos a todas horas del día y de la noche", expresa Del Prado.
Esta iniciativa, que la presidenta no descarta repetir en lo sucesivo si la situación no mejora, también ha sostenido un carácter educativo, ya que mediante octavillas, los participantes han intentado concienciar al resto de vecinos para mantener limpias sus calles.
"Quizá la gente no cuida su espacio, pero claro, si hay una botella en el suelo y el barrendero no pasa hasta dentro de tres semanas, pues hasta que pasa hay 700", ejemplifica la vecina.
Papeleras desbordadas, rincones repletos de basura de todo tipo, aceras colmadas de heces de perro y de latas de refresco vacías, colillas o bolsas de plástico forman parte del día a día para unos vecinos que quieren revertir estos hechos y que precisamente hoy, el día de su protesta, han presenciado cómo sí había barrenderos por sus calles.
"Casualmente desde que solicitamos el permiso para hacer esto es cuando hemos visto más presencia de barrenderos", explica Del Prado a Efe, quien sostiene que si estas actuaciones sirven al menos para que llegue la ayuda, "bienvenida sea".
"Aquí si ves a un barrendero es como si fuera Jesús de Medinaceli, vas a tocarle", ironiza la presidenta, quien solicita a las instituciones pertinentes una solución para su problema.
