Vecinos del madrileño paseo de Extremadura denuncian la situación insoportable que padecen en la zona. No solo el ruido y la contaminación, los vecinos de Batán también se quejan de robos y suciedad en los pasos subterráneos bajo la autovía de Extremadura. Está junto a sus casas y es su única manera de cruzarla. Por ahí tienen que ir, por ejemplo, a los colegios y al centro de salud.
Si abren las ventanas tienen la sensación de que los coches se les "meten en casa". "Es insoportable". Esto es lo que piensan muchos vecinos de Batán, sobre todo, los que viven en el Paseo de Extremadura, en la parte que quedó sin soterrar. Pónganse en su lugar, por allí, cada día pasan 150.000 vehículos. Denuncian que sufren unos niveles de ruido muy superiores a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Pero además se quejan de la suciedad y la inseguridad de los cinco túneles para el paso de petones bajo el paseo de Extremadura, que a diario deben cruzar con sus hijos para ir al colegio, al centro de salud o para coger el autobús.
Candi Campiña, presidenta de la Asociación de Vecinos de Batán, denuncia que pasan mucho miedo y hay muchos robos en esos túneles, los único puntos que les permiten atravesar al otro lado del paseo de Extremadura. Aseguran que los vecinos se sienten inseguros: "A ciertas horas se hace botellón y no se puede pasar".
Campiña sostiene que en el tramo del paseo de Extremadura que atraviesa el barrio se han hecho mediciones de ruido y se superan por las noches los 70 decibelios. Mercedes López de la Asociación de Vecinos de Batán ratifica que "el bario es una ruina". "Las casas de esa zona del barrio, con ese ruído y esa contaminación, no se venden, no se alquilan. El barrio se esta muriendo poco a poco".