Estefanía y Domingo miran desolados lo que un día fue su hogar. Estos vecinos se ven obligados a vivir de alquiler a sus 82 y 59 años respectivamente. La rotura de un colector dañó los cimientos de las viviendas y en mayo de 2016 ambos tuvieron que abandonar sus casas. El ayuntamiento asumió los gastos el primer año, pero ya no.