Varios hosteleros de la Calle de las Escuelas del municipio madrileño de El Alamo se han unido para protestar contra la Ley Antitabaco liderados por José Simón Martínez, el gerente de la taberna 'Montecarlo', uno de los locales en los que se ha fraguado esta rebelión y en el que todavía se permite fumar.
La idea de estos hosteleros consiste en unirse para protestar en contra de una ley que aseguran que afecta a sus beneficios, para lo que plantean colgar carteles en las fachadas de sus locales anunciando que en ellos se permite fumar, así como algunas proclamas más reivindicativas.
Sin embargo, pese a que José Simón ha sido el impulsor de esta iniciativa, de momento prefiere no dar explicaciones ante las cámaras, como ha explicado . El que sí que ha querido que su testimonio se conozca ha sido el gerente del la cafetería contigua a la taberna de José Simón, Florentino Hernando.
Hernando, que regenta el local 'Dulce Caffe' --pastelería, heladería y cafetería-- ha explicado que él, José Simón y "otros dos o tres hosteleros más" de la zona quieren "intentar todo lo posible para que en sus negocios se pueda fumar".
"Queremos reivindicar que nos dejen fumar en los locales porque perdemos mucha clientela que sale porque quiere fumar" como, por ejemplo, "las amas de casa que acuden a tomar un café después de dejar a los niños en el colegio", ha explicado a Europa Press Televisión.
Ahora bien, de momento Hernando no se atreve a dejar fumar a sus clientes, ya que "uno solo hace poca fuerza", pero su intención es "intentar dejar fumar a la gente, a ver qué perjuicios le trae". "Es mejor hacerlo varios locales de El Alamo y así haremos más fuerza entre todos, a ver si por los menos conseguimos que dejen fumar aquí", ha añadido.
De momento --y aunque este sábado por la mañana todavía no podía encontrarse en las fachadas de estos locales ningún cartel que anunciara la protesta-- lo cierto es que, tras conocerse la iniciativa de José Simón a través del periódico La Razón, ya podían contarse los primeros clientes que acudían a tomarse un café a la taberna para apoyar al hostelero.
Este es el caso de un matrimonio del pueblo que, si bien no frecuenta el local, ha decidido acercarse porque "es el único sitio donde puedes venir a tomarte un café muy a gusto acompañado por un cigarro".