los madrileños de la periferia se sienten discriminados por el protocolo anticontaminacion del ayuntamiento.
Dicen que, cuando se restringe el acceso al centro, los madrileños aparcan en su zona y saturan sus calles. De hecho, el punto más contaminado es la plaza Fernández Ladreda, en Usera.
La contaminacion afecta a todo el Ayuntamiento de Madrid, no solo a su almendra central. Así lo denuncian los barrios que quedan fuera de la M-30, frontera de las medidas restrictivas en la circulacion en días de alta polución.
Las limitaciones al trafico en el centro repercuten en las estaciones medidoras de barrios como Barajas, Las Tablas, Vallecas, Usera o Villaverde, donde están algunas de las estaciones medidoras de que registran cada vez mas las tasas más altas de contaminacion, como ocurre en la Plaza de Fernández Ladreda que suele liderar la escala del aire más sucio de Madrid y lo peor es esto está afectando a su salud con más patologias respiratorias, catarros interminables, picor de ojos.
En barrios del Norte como, por ejemplo, las Tablas además se acumulan los problemas, Allí residen 37.000 personas y en las oficinas del entorno trabajan 40.000 que entran y salen del PAU todos los diás.
El problema se acentúa porque hay pocas plazas para aparcar, no están reguladas y es un barrio diseñado para usar el vehiculo privado.
Los vecinos denuncian que el transporte público no es eficiente.
En el Sur es peor porque los vientos soplan del norte y arrastran las partículas de nitrogeno, y la salud de barrios como Usera o Villaverde se resiente.
En definitiva, piden que se les incluya a la hora de diseñar las medidas del protocolo anticontaminación.