La Comunidad de Madrid ha presentado la nueva temporada del Tren de Felipe II tras el parón obligado por la crisis del covid- 19, para acercar a los madrileños al patrimonio cultural de El Escorial y San Lorenzo de El Escorial.
En esta ocasión, según ha informado el Gobierno regional en un comunicado, el tren arranca dotado con todas las medidas higiénico-sanitarias que garantizan la máxima seguridad de esta experiencia turística. El convoy, compuesto por la máquina y cuatro vagones originales de inicios del siglo XX, recorre los 60 kilómetros que separan la ciudad de Madrid de El Escorial y San Lorenzo de El Escorial (enclave catalogado como Patrimonio Mundial).
Circula los fines de semana y festivos
El Tren de Felipe II circula los fines de semana y festivos, desde la estación de Príncipe Pío (salida a las 10.20 horas) y regresa desde la estación de El Escorial (a las 18.24 horas o a las 16.52, según sea temporada de verano o invierno, respectivamente).
Los primero viajeros de la temporada han sido recibidos hoy por el director general de Turismo de la Comunidad de Madrid, Eduardo Dehesa, que ha asegurado que la vuelta de este tren supondrá una ayuda a la recuperación y reactivación del sector turístico de Madrid.
Una vez en San Lorenzo de El Escorial, los viajeros pueden disfrutar de las actividades incluidas en el paquete elegido al reservar el viaje. Las diferentes opciones incluyen visitas guiadas a los principales recursos turísticos de este municipio, como el Real Monasterio y las Casas de Oficios aledañas, la Casita del Príncipe, la Casita de los Infantes o el Real Coliseo Carlos III.
El director general ha resaltado que dentro de la marca Trenes Patrimonio que promueve la Comunidad de Madrid, el Tren de Felipe II es un "ejemplo de colaboración público-privada para impulsar el turismo de calidad".
Medidas de seguridad
El Tren de Felipe II ha adaptado sus servicios a la nueva movilidad post-Covid para garantizar la máxima seguridad en la experiencia turística. Así, se han adoptado diferentes medidas higiénico-sanitarias en las distintas fases.
En el proceso de venta, se fomenta la venta por teléfono o en canales digitales y el billete electrónico, y se ha limitado el aforo a cuatro personas por compartimento (en lugar de ocho).
Como medidas generales, se han suprimido los servicios complementarios de restauración, el material promocional en papel o las visitas en que no se pueden respetar las normas de aforo y distancia, entre otras.
Los viajeros deben llevar mascarilla y el personal de a bordo permanece durante el viaje en zonas exclusivas, no comunes con las usadas por los clientes, y solamente sale de las mismas para ejercer sus funciones.
Finalmente, en lo que se refiere a las visitas, en los autocares que desplazan a los clientes a los puntos de inicio de las visitas se mantiene la ratio de ocupación del 50 por ciento, igual que en el interior del tren.