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La mudanza del rótulo luminoso de Tío Pepe que preside la madrileña Puerta del Sol desde hace tres cuartos de siglo, uno de los anuncios más célebres de toda España y vecino del reloj de las campanadas de Nochevieja, moviliza estos días a los madrileños y a miles de personas a través de Internet.

El anuncio, una botella con chaquetilla, sombrero cordobés y guitarra junto al lema "Sol de Andalucía embotellado", fue retirado en abril de 2011 de la cubierta del antiguo Hotel París, en la Puerta del Sol, para facilitar las obras de reforma del edificio.

Un mes más tarde se sabría, cuando el exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, lo reveló en una entrevista con Efe, que el edificio albergará una tienda de Apple.

La polémica, que ha obligado a pronunciarse al Ayuntamiento de Madrid y ha generado un gran debate en las redes sociales, ha surgido en los últimos días cuando se ha hecho público que el rótulo no regresará a su sitio porque los propietarios del inmueble no van a renovar con las bodegas jerezanas González Byass el contrato que lo mantenía en la cubierta del edificio.

El vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, ha dicho a Efe que, "como ya ha manifestado públicamente la alcaldesa, Ana Botella, al Ayuntamiento le gustaría que el cartel de Tío Pepe, que durante tantos años ha estado en la Puerta del Sol, se quedase o bien en el edificio o bien en el ámbito de la Puerta del Sol".

El deseo del Ayuntamiento puede hacerse realidad porque entre las distintas ofertas recibidas por González Byass para acoger el rótulo, una procede de una inmobiliaria dedicada a la rehabilitación de inmuebles, que ha ofrecido la finca situada en la Puerta del Sol 9, justo al lado opuesto de la plaza, a menos de 190 metros de donde estaba antes.

La inmobiliaria ha indicado que la azotea de su edificio, también de cinco plantas y en proceso de rehabilitación, podría estar disponible el 1 de julio para acoger el luminoso, y ha reconocido que ya ha iniciado los contactos con las bodegas jerezanas y que también ha comentado con Ana Botella esta posibilidad.

Villanueva no se pronuncia al respecto, porque entiende que "sobre este asunto es conveniente mantenerse en unos parámetros de prudencia para que lleguen a buen puerto las negociaciones que tengan las partes y se pueda producir cuanto antes un acuerdo".

"Estamos hablando - añade - de una cuestión entre privados, entre el titular del edificio y los representantes legales de la marca González Byass, y el Ayuntamiento lo que hace es posibilitar que existan los contactos entre la empresa y los propietarios de diferentes inmuebles que están en el entorno de Sol".

En todo caso, recuerda el vicealcalde, "otra cosa distinta es, por supuesto, que se tiene que respetar la normativa en materia de publicidad que está en vigor en Madrid", por lo que el Ayuntamiento tendrá la última palabra a la hora de conceder o no la autorización.

Desde Jerez, el director de Comunicación de la bodega, Eugeni Brotóns, ha dicho esta semana que su "empeño es que el luminoso de Tío Pepe vuelva a lucir, lo antes posible, en el entorno de la Puerta del Sol", porque "sería una lastima que el símbolo más antiguo" de esta plaza "dejara de lucir".

De acuerdo con él están 21.000 personas, que han apoyado en los últimos días una petición difundida a través de Internet para que el luminoso regrese a su tradicional emplazamiento.

La petición ha sido creada por un ciudadano, Víctor García-Hoz Bañares, en la plataforma de "activismo online" change.org, para pedir a Apple - que guarda silencio - "que dé la oportunidad a González Byass de renovar su contrato, y a la familia Díaz Estrada - propietaria del edificio - que no ponga unas condiciones leoninas para que salga adelante".

Afirma el promotor de esta iniciativa que este anuncio "ha iluminado campanadas de Nochevieja, cabalgatas de reyes, 15M -aunque en este caso se equivoca porque fue trasladado antes de que los "indignados" ocuparan la céntrica plaza madrileña- y otras manifestaciones", "ha puesto fondo a películas, postales, libros" y "forma parte del paisaje de Madrid".

Por eso el anuncio de Tío Pepe, junto a los de Schweppes de la Gran Vía, BBVA del paseo de la Castellana y Firestone de la calle de Alcalá, fue uno de los cuatro grandes rótulos luminosos del centro de Madrid "indultados" en julio de 2009 de la desaparición a la que obligó entonces la nueva ordenanza de publicidad.

Como recuerda ahora a Efe el vicealcalde de Madrid, "la importancia del cartel para Madrid la puso de manifiesto el anterior gobierno municipal, del cual era teniente de alcalde Ana Botella, cuando lo protegió con el instrumento legal que tiene a su alcance".

Si finalmente se produce la mudanza que González Byass, el Ayuntamiento y varios propietarios de edificios de la zona desean que se lleve a efecto, el anuncio de Tío Pepe, del que el exalcalde Ruiz-Gallardón llegó a decir que era a Madrid como la Torre Eiffel a París, podría llegar a octogenario en la misma Puerta del Sol que lo vio nacer.

Corría 1935 cuando González Byass quería celebrar su primer centenario y por colocar la estructura de 70 toneladas en lo alto del Hotel París las bodegas tuvieron que abonar a las arcas madrileñas 796 pesetas.

El anuncio no tenía el aspecto actual sino que sólo aparecía una copa y el nombre de la bodega, hasta que, a mediados de los años 40 se cambió por la figura humanizada de Tío Pepe creada por Pérez Solero.

Cuenta la leyenda que el tío Pepe fue una persona de carne y hueso, en concreto José María Ángel y Vargas, tío materno del fundador de las bodegas, Manuel María González Ángel, y que para agradecer el cuidado de la solera que dio origen al célebre fino, se le bautizó con su nombre.