El Solar Impulse, el primer avión tripulado día y noche impulsado por energía solar sin utilizar ningún otro tipo de combustible, ha aterrizado este sábado a la 1:19 horas de la madrugada en el aeropuerto de Madrid-Barajas procedente de Rabat (Marruecos) tras recorrer cerca de 500 millas, ha informado en un comunicado el Ministerio de Fomento.
Los pilotos e impulsores de esta aeronave, Bertrand Piccard y André Borschberg, han sido recibidos a pie de pista por el director del aeropuerto, Miguel Angel Oleaga, quien ha destacado la importancia de este tipo de inventos y gestas "para el desarrollo de la aviación en consonancia con el respeto y el cuidado al medio ambiente".
La llegada oficial de Solar Impulse a Barajas, así como su anterior parada técnica camino de Marruecos, han requerido la participación de un destacado contingente de Aena Aeropuertos y Navegación Aérea.
Con esta colaboración, el aeropuerto de Madrid-Barajas y Aena ha mostrado su apoyo a proyectos que unen el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas al transporte aéreo con la repercusión directa en el cuidado del medio ambiente.
La idea del Solar Impulse nació en 1999 de la mano del suizo Bertrand Piccard quien, en 2004, junto al ingeniero y también piloto André Borschberg y la ayuda de diversos especialistas, organismos y empresas pusieron en marcha el proyecto. Una idea visionaria que después de varios años de trabajo e investigación culminó en 2010 con el vuelo del primer avión solar tripulado del mundo.
La aeronave está construida con fibra de carbono, tiene cerca de 64 metros de envergadura y pesa tan sólo 1.600 kilogramos, lo que le obliga a desplazarse con unas condiciones meteorológicas muy determinadas.