El jefe de Equipo de Seguriber la noche de la tragedia en el Madrid Arena, Raúl Monteverde, ha declarado este lunes que el coordinador de Operaciones y Proyectos de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), Francisco del Amo, fue la persona que ordenó a un miembro de Seguriber abrir un portón que daba acceso directo a la pista principal, lo que provocó que entraran a las 2.30 horas una masa de 2.500 personas sin control alguno y sin que quedara registrada su entrada.
Así lo han manifestado los abogados de las acusaciones particulares tras concluir el interrogatorio, que se ha prolongado durante casi cinco horas. Tras escuchar su versión, el juez Eduardo López Palop le ha impuesto la obligación de comparecer los días 8 y 22 de cada mes, una medida solicitada por la Fiscalía de Madrid.
Monteverde ha comparecido en calidad de Imputado para explicar al instructor las funciones que desempeñó la empresa contratada por Madridec para encargarse de la seguridad exterior del recinto durante la fiesta de Halloween.
En su declaración, según los letrados, Monteverde ha declarado que que por la propia emisora con la que se comunicaban los miembros de seguridad del evento se pudo escuchar: "vamos a abrir el portón que lo ha ordenado Francisco del Amo".
La apertura de esa puerta de emergencias permitió la entrada masiva de 2.500 personas a la pista central, a pesar de que ésta estaba ya abarrotada con motivo del inicio de la actuación de Steve Aoki. Esta entrada masiva pudo influir, según los abogados, en als avalanchas que desencadenaron la tragedia.
De igual modo, ha manifestado que Del Amo dio la orden a una chica llamada Soledad, una vigilante de Seguriber, para que las medidas de control en los accesos fueran "más livianas, más relajadas". De hecho, ha llegado a manifestar que "Seguriber no cacheaba, sino que palpaba".
Tras especificar que el dispositivo de Seguriber estaba formado por 38 personas, ha insistido en que esta contrata solo se encargaba de la seguridad exterior y que estaba a las órdenes en todo momento de Madridec, en concreto de Francisco del Amo y del director de Seguridad, Rafael Pastor.
También ha dicho que no era de su competencia controlar los botellones que se produjeron en el exterior. En esta línea, ha reconocido que ese día había "mucha menos" Policía municipal en comparación con otros eventos similares y que los agentes no controlaban a la gente que consumía alcohol en los alrededores del recinto.
A la salida de los juzgados, el abogado que defiende a la familia de Belén Langdon, Abdon Núñez, ha calificado de "absolutamente lamentable" la declaración prestada por Monteverde, ya que a su juicio no ha dicho "ni una sola verdad". "Su declaración policial fue totalmente falsa. Espero que la Justicia haga Justicia con todos ellos", ha destacado.
SERVICIO EXTRAORDINARIO
En su declaración policial, Monteverde contó que se estableció un servicio extraordinario de seguridad en las inmediaciones del recinto para la fiesta Thriller Hallowen Party, así como las zonas exteriores del pabellón para evitar actos vandálicos.
El dispositivo incluía las tres puertas de emergencias que comunicaban el recinto con el exterior y que estaban situadas en la primera planta o 'cota 5'. En total, había 22 personas, entre ellas dos coordinadores jefe y 20 vigilantes de seguridad, distribuidos en zonas estratégicas del pabellón Madrid Arena.
Además, hizo constar que a simple vista "se podía apreciar que el recinto se encontraba masificado de personas". Según su experiencia en otros eventos, ese día el recinto estaba ocupado por "bastante más personas que en otras ocasiones.
Sobre las 4.00 de la madrugada, se desplaza junto al otro jefe de Seguriber esa noche, el también imputado Juan José París, para tomar un descanso en una de las salas de cámara. Tras diez minutos, abandonan el lugar y observan en un pasillo que había una chica tumbara aparentemente en estado de inconsciencia. Y la trasladan a la enfermería, sin darle mayor importancia.
Tras ello, se dirige a la otra de sala de cámaras para hacer una ronda habitual. Cuando se encuentran en la zona del 'back stage' o de camerinos se encuentra a una chica en la misma situación, ayudando a su traslado a la enfermería.
Tras ello, queda en un punto del recinto con el otro coordinador y observan los dos cómo un portero lleva a sus espaldas a una chica inconsciente. Y solicita la presencia de una ambulancia.
Con motivo de estos hechos, decide finalmente llamar al director de seguridad de Madridec, Rafael Pastor, quien le comenta que algo grave ha ocurrido. Son los facultativos quienes le informas de que una chica ha fallecido.