El hotel Ritz cerrará sus puertas este miércoles, 28 de febrero, para acometer unas obras valoradas en un importe de 99 millones de euros, que reformarán el edificio por completo y se alargarán hasta finales de 2019. Desde que abrió sus puertas en 1910, el Ritz ha sido sinónimo del lujo y referente en la capital en el que se han alojado miembros de la realeza, magnates y celebridades. En 2015 Mandarin Oriental y Olayan compraron el hotel a Belmond Spanish Holding y Landis Inversiones, a través de una sociedad de la que cada socio posee el 50%.
Todos los trabajadores del hotel, más de 200 empleados, mantendrán sus puestos de trabajo y regresarán en cuanto el hotel vuelva a abrir sus puertas, según ha explicado el representante de UGT en el comité de empresa del Hotel Ritz, Javier Vicente, en declaraciones a Europa Press. Para ello, se ha abierto un Expediente de Regulación Temporal del Empleo (ERTE), al que se han acogido 187 trabajadores, que recibirán complementos de la empresa hasta el 95% de su salario y cursos de formación correspondientes a su categoría laboral.
Solo una minoría de empleados, unos 20 que quedan fuera del ERTE, serán reubicados en otros establecimientos del grupo, o saldrán de la empresa con una excedencia. Ante este acuerdo, desde el comité mostraron su satisfacción por las condiciones pactadas, ya que se mantendrá la antig~edad y prejubilaciones beneficiosas. Los trabajadores del icónico hotel madrileño serán los últimos en abandonar el hotel antes de que cierre sus puertas el mismo 28 de febrero tras una cena de empleados. Las obras se iniciarán en abril, una vez que todo el mobiliario del hotel haya sido desplazado.
SE REINSTALARA LA CLASICA CUBIERTA DE CRISTAL
El grupo hotelero Mandarin Oriental ha destacado que la extensa reforma del edificio, dirigida por el arquitecto español Rafael de La-Hoz, mejorará las instalaciones y servicios del hotel, manteniendo su "carácter único" enmarcado en el estilo Belle Epoque que lo caracteriza. Paralelamente al trabajo exterior que llevará a cabo de La-Hoz, los diseñadores franceses Gilles y Boissier reformarán las estancias y el interior del hotel, centrándose en crear un diseño para las nuevas habitaciones del hotel, que enmarque un estilo residencial clásico pero contemporáneo para las 106 habitaciones y 47 suites.
Junto a todos estos trabajos, también se reinstalará la clásica cubierta de cristal en el centro del hotel con la que contaba el Ritz originalmente, que permitirá que la luz entre en el salón de la manera en que lo hacía cuando se inauguró la propiedad. El restaurante principal del hotel también se trasladará a su espacio original, por lo que volverá a contar con acceso directo a la terraza ajardinada con la que cuenta el hotel. A su vez, aprovechando las obras, se instalará un "dinámico bar, diseñado para convertirse en un lugar de encuentro tanto para los clientes locales como para los huéspedes". Otras instalaciones que se incluirán con la reforma serán un gimnasio completo y una piscina cubierta, con una variedad de experiencias de spa, calor y agua. Además, todas las salas de reuniones del hotel serán restauradas