El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha despejado totalmente el interior del túnel de Atocha-Chamartín tras retirar el tren accidentando el pasado 19 de octubre "sin incidencias ni afectaciones para los usuarios, a pesar de la magnitud de las labores".
La operación, "de gran complejidad técnica", que se inició el pasado 5 de noviembre y ha concluido esta semana, se desarrolló de manera coordinada entre Renfe, Adif, Alstom y Gescrap, compañía especializada en la gestión logística de residuos metálicos, contratada para apoyar los trabajos de retirada del tren.
Los trabajos para sacar la unidad se han realizado en horario nocturno (de 00:30 a 04:30 horas), para no afectar a los servicios de alta velocidad, en cuya tercera fase, entre las 02:30 y las 03:30 horas, las piezas cortadas eran desplazadas al exterior del túnel utilizando locomotoras y otros equipos de carga.
Uno de los momentos de mayor complejidad fue la retirada del cuarto coche íntegro del tren accidentado, realizada en la noche del 30 de noviembre al 1 de diciembre, proceso que implicó su traslado en una sola pieza desde el túnel hasta los talleres de Fuencarral.
Fue necesario utilizar dos locomotoras coordinadas, una para remolcar el coche no volcado y otra para asistir desde la parte trasera, con el fin de asegurar la estabilidad del traslado en todo momento
Una vez concluidas las labores en el interior del túnel, las secciones retiradas del tren accidentado fueron trasladadas a los talleres de Fuencarral, donde se procedió a su gestión conforme a los protocolos establecidos.
Los restos del tren se han destinado a reaprovechamiento industrial, aprovechamiento tecnológico para Renfe y reciclaje, ha informado este lunes el ministerio en un comunicado.
Este proceso incluyó tanto el tratamiento de los residuos metálicos como la evaluación y recuperación de aquellas piezas que se encontraban en condiciones óptimas para su reutilización.