El ayuntamiento les sanciona una y otra vez, pero continúan con sus locales. Si acumulan demasiadas denuncias, cierran por iniciativa propia y abren otro.
Son los conocidos como quemabares. El resto de hosteleros de la plaza critican la competencia desleal.
Mientras a los que cumplen se les examina con lupa, y el ayuntamiento les cierra o levanta terrazas.
Parece que a ellos las sanciones no les impiden seguir con su negocio