Protestas policiales por el dispositivo ante los salvajes disturbios del 22M

  • La brutalidad y las armas con las que fueron atacados pusieron en serio riesgo sus vidas
  • La Policía investigará la actuación del 22-M ante las quejas de "descoordinación y errores" de los sindicatos

Hoy también siguen siendo noticia los salvajes disturbios de la ultraizquierda el pasado sábado en Madrid. Hay indignación entre los agentes de la Unidad de Intervención Policial por la falta de medios y las órdenes que recibieron de sus superiores para contener las brutales agresiones que sufrieron. Los policías piden dimisiones. Creen que la brutalidad y las armas con las que fueron atacados pusieron en serio riesgo sus vidas.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la Confederación Española de Policía (CEP) han reclamado este lunes la dimisión o el cese del comisario jefe de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, José María Ruiz Igusquiza, y del jefe de la UIP en Madrid, el inspector jefe Francisco Javier Virsea, por la tardanza a la hora de enviar refuerzos para socorrer a agentes que acabaron rodeados por manifestantes violentos tras las 'Marchas de la Dignidad' de este sábado en Madrid.

El secretario de acción sindical del SUP, Miguel Angel Fernández, ha denunciado que un subgrupo operativo de quince policías se vieron rodeados y agredidos por personas armadas "con adoquines y barras de hierro" y, ante la petición de ayuda que realizaron, se produjo "un silencio de bastantes segundos en las comunicaciones durante los cuales no se toma la decisión de ayudar a los compañeros".

"Después de mucho aguantar, llegaron compañeros en su ayuda y se pudo resolver medianamente", ha añadido Fernández, antes de detallar las heridas sufridas por los agentes, desde brechas en la cabeza hasta lesiones en las piernas.

Según ha explicado, en la reunión previa a la manifestación, algunos responsables del dispositivo propusieron que se reforzara el número de grupos de UIP en la zona de la plaza de Colón y la calle Génova, junto a la sede del Partido Popular, pero finalmente no se tomó esta medida.

Ese fue uno de los errores, según el portavoz del SUP, que también ha criticado que las directrices sobre el modo de proceder durante las marchas se trasladara a los mandos intermedios. A estos se les dijo que había que "aguantar", lo cual se puede interpretar como que había que "retrasar la carga lo máximo posible o intentar no utilizar pelotas de goma", ha indicado, agregando que en un primer momento los agentes iban sin pelotas de goma, tan solo preparados para "tirar las salvas" como señal de aviso.

REUNION CON LOS SINDICATOS

Pero lo que realmente ha provocado la "indignación" de los policías es "la tardanza en dar la orden de ayudar", que en las UIP se interpreta como "una traición de los mandos a sus subordinados", ha destacado Fernández.

Para el SUP, los máximos responsables cometieron una "irresponsabilidad total", y por eso considera que deben dimitir Ruiz Igusquiza y Virsea o, si no lo hacen, "que los cesen" porque sus subordinados "les han perdido el respeto". Precisamente, este lunes se ha celebrado una reunión en la Dirección General de la Policía en la que los representantes de los sindicatos han planteado los ceses o dimisiones.

HACER AUTOCRITICA

En la misma línea, el secretario de comunicación de la CEP, Antonio Labrado, ha solicitado el "cese inmediato" de ambos cargos por "el mal despliegue, la mala planificación y la mala dirección" y ha subrayado que su sindicato no va a permitir el cese de "ninguno de los coordinadores" de los grupos de UIP porque su labor fue "ejemplar", al igual que la del personal del SAMUR.

"Nos pareció vergonzoso que en el lugar de los hechos solo hubiera un grupo, solicitando apoyo durante más de quince minutos", y que "no se diera la orden para que integrantes de esa unidad que había en el Congreso de los Diputados o en Atocha fueran a socorrer a sus compañeros", ha declarado.

En su opinión, "si con un despliegue de 1.700 policías hay 70 heridos, algo ha fallado", y por ese motivo "hay que hacer autocrítica y depurar responsabilidades".

La Delegación del Gobierno en Madrid no ha querido pronunciarse sobre esta denuncia al no corresponderle el mando del operativo. Los disturbios en el centro de la capital terminaron con 24 personas detenidas, tres de ellas menores de edad, que han pasado a disposición judicial.

LA POLICIA INVESTIGARA LA ACTUACION

Por su parte, la Dirección General de la Policía ha abierto una información reservada con la finalidad de esclarecer qué ocurrió en la actuación policial del sábado en los disturbios posteriores a la manifestación de las Marchas de la Dignidad, han informado a Europa Press fuentes policiales.

Los líderes de los cuatros sindicatos mayoritarios de la Policía Nacional (SUP, CEP, UFP y SPP) han mantenido esta mañana en la calle Miguel Angel de Madrid una reunión con los mandos del Cuerpo para hablar de estos supuestos fallos.

El encuentro se ha precipitado tras la concentración espontánea y sin precedentes realizada ayer por varias decenas de antidisturbios frente a la comisaría de Moratalaz en protesta por las "órdenes caóticas" que les dieron sus superiores durante dicha manifestación, que acabó con 24 detenidos y un centenar de heridos leves, entre ellos 67 policías.

BRUTAL AGRESIVIDAD DE LOS RADICALES

Los disturbios comenzaron cuando varios participantes arrojaron botellas, piedras y petardos a la Policía, que intentaba entrar con furgones en la plaza de Colón de Madrid después de cerrar la calle de Génova con vallas para proteger la sede del PP.

Tras esta intervención, algunos de los participantes en la manifestación montaron barricadas en los laterales del paseo de Recoletos con contenedores de basura al mismo tiempo que en el centro de la calzada un grupo de personas volvió a arrojar piedras, adoquines y botellas a los policías para hacerles retroceder.

Algunos de los implicados en los altercados destrozaron las lunas de varias marquesinas, maceteros y adoquines de la calzada. Entre ellos los del Café Gijón, cuyos clientes se refugiaron en su interior. Tambiém quemaron contenedores y papeleras a lo largo del paseo de Recoletos y resultó afectada una sucursal bancaria.

Como consecuencia de los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes el Samur-Protección Civil tuvo que atender a 101 personas que resultaron heridas y la Delegación del Gobierno cifró en cincuenta el número de policías nacionales que resultaron heridos. Los arrestados están acusados de resistencia y atentado a la autoridad, vandalismo y desorden público.

Los sanitarios de SAMUR-Protección Civil atendieron a 101 personas, de los que 67 eran policías (47 nacionales y 20 municipales de Madrid) y 34 manifestantes. Nueve policías nacionales, dos municipales y 34 manifestantes fueron trasladados a diferentes hospitales de la capital para ser atendidos de las heridas que presentaban.