La Policía Nacional sospecha que los grafiteros que actúan en los trenes de Renfe Cercanías y Metro de Madrid compiten entre sí para pintar la máxima extensión de vagones posible y conseguir visibilidad a través de sus firmas.
Según han informado fuentes policiales, la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana puso en marcha el pasado 10 de julio una operación de servicio especial contra actos vandálicos en el Metro de Madrid para empezar a recopilar datos y poder detener a los infractores y delincuentes.
"Parece que persiguen un desafío", han dicho, y sospechan que pueda haber una "competición" entre grupos, ya que en el tiempo que actúan tratan de pintar "la máxima extensión" de vagones posible y a continuación suelen publicar sus vídeos en redes sociales como Youtube para hacer más visibles sus firmas.
Las mismas fuentes han señalado que, aunque no hay un perfil determinado, estos grafiteros suelen ser grupos de jóvenes organizados con edades comprendidas entre los 13 y los 35 años, de clase media y con ideología más bien "de izquierdas", aunque en ocasiones actúan en solitario.
Casi todos llevan capucha o pasamontañas para cubrirse el rostro porque, según han dicho, saben que las instalaciones ferroviarias están "llenas" de cámaras de seguridad.
De hecho, los agentes encargados de la investigación piensan que los grafiteros pueden estar relacionados con algún empleado de Renfe o de Metro de Madrid, ya que "tienen mucho conocimiento" acerca de estos medios de transporte y saben, por ejemplo, dónde están las salidas de emergencia y los pozos de ventilación o cuáles son los frenos de emergencia más "efectivos" para parar los trenes y pintar con los viajeros dentro.
Este último hecho es el que más preocupa a la Policía Nacional, que ha calificado los grafitis en los trenes de "un problema grave para los ciudadanos" por el "riesgo" que supone.
Además de cometer faltas por "deslucimiento" en un bien mueble, algunos los grafiteros cometen delitos de amenazas o de resistencia a la autoridad, por lo que se enfrentan a una pena de prisión de entre seis meses y tres años.
Antes de poner en marcha el servicio especial contra actos vandálicos, la Policía Nacional trataba cada caso por separado, pero ahora la sala del 091 se encarga de coordinar todas las unidades que trabajan en la operación (unidad móvil, radios patrullas y unidad de prevención y reacción), con la colaboración de la Delegación del Gobierno en Madrid y Emergencias 112.
La Policía Nacional tiene la intención de implementar un dispositivo similar en Cercanías, algo que no han hecho hasta ahora porque, según han comentado, es "más complicado" que en el suburbano porque las distancias entre las estaciones son mayores.
Según han explicado, desde que se inició la operación en Metro de Madrid no ha vuelto a haber parones en los trenes, sólo algunas pintadas y tentativas en los depósitos.
Además, en este tiempo la Policía Nacional ha detenido a una persona que firma como "Kirax" y es el líder de la banda de grafiteros "Original Writers", al que imputan la autoría de 54 grafitis en trenes e instalaciones ferroviarias que han causado daños que ascienden a 269.534 euros.
Desde Metro de Madrid y Renfe Cercanías han destacado el perjuicio económico que supone este tipo de actos y han calculado que la limpieza de los vagones afectados en Madrid puede suponer alrededor del millón de euros al año.