La Policía Nacional ha detenido en Madrid a dos individuos de nacionalidad marroquí, de 30 y 36 años, por haber robado 22 coches en un concesionario de la capital. Los vehículos sustraídos estaban valorados en unos 800.000 euros.
Según informó la Policía, los acusados de este este asalto han sido detenidos en menos de una semana desde que dieron el golpe. Se les acusa de ser parte de una cédula criminal dedicada al tráfico ilícito de coches a nivel internacional.
Los ladrones fueron sorprendidos in fraganti cuando se encontraban en el interior de un garaje manipulando un turismo. Hasta el momento se han recuperado 18 de los coches sustraídos, que estaban estratégicamente estacionados en diferentes puntos de la Comunidad de Madrid y provincias limítrofes.
Los detenidos manipulaban las placas de matrícula de los coches y su número de bastidor para sacarlos de España, vía Marruecos, al resto del continente africano. Se han incautado tres plantillas de bastidor de vehículos; una máquina troqueladora; 30 placas de matrícula vírgenes marroquíes y siete españolas; entre otros efectos.
BANDA INTERNACIONAL
Las primeras pesquisas tuvieron lugar a partir del robo en un concesionario ubicado en el madrileño distrito de Tetuán. Varios individuos accedieron a su interior tras fracturar los bombines del establecimiento e inutilizar los sistemas de alarma. Los vehículos sustraídos con sus correspondientes llaves, en su mayoría de alta gama, podrían alcanzar un precio en el mercado superior a los 800.000 euros.
Posteriores investigaciones pusieron de manifiesto que se trataba de un grupo delincuencial que contaba con una amplia infraestructura organizada a nivel internacional. Su modus operandi consistía en exportar los coches hacia el continente africano vía Marruecos, donde eran vendidos a un precio muy por debajo del valor de mercado. La base de operaciones estaba situada en países del norte del Magreb, desde donde coordinaban las diferentes acciones del resto del grupo.
Otra cédula, dedicada exclusivamente al robo de los vehículos, estacionaba los coches durante 24 o 48 horas en diferentes puntos y en grupos reducidos para no llamar la atención. Si durante este periodo de tiempo los mismos no eran recuperados por la Policía o sus legítimos propietarios, eran trasladados a los puntos previstos para su manipulación.
Aquí se "maquillaban" las placas de matrícula así como su número de bastidor, dotándolas además de una documentación que se correspondiese con los elementos falseados.
Los investigadores localizaron y detuvieron a dos implicados y se incautaron de numerosas herramientas, tres plantillas de bastidor de vehículos, una máquina troqueladora con sus respectivos troqueles, 30 placas de matrícula vírgenes marroquíes y otras siete españolas.